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Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
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haru_san
tela-chan
6 participantes
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Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
holis, soy nuevita en este foro y les presento mi fic sasusaku, espero que les guste ^^
Titulo del fanfic: Cuando el sol dejó de brillar…
Autora: Tela-sama
Género: romance, drama, un poco de sátira
Clasificación: Todos los públicos
Advertencias: ninguna
Resumen: ¿podrá una persona fría y egoísta como sakura hallar lo que se puede llamar verdadero amor? Muchas cosas se interpondrán en su camino y Sasuke es una de ellas
Publicaciones: mundosasusaku, UchihaItachi, fanfiction.net, sakura haruno fans
Les gustó mi prefacio? OwO
MMM yo creo que a más de gustarles, los llenó de intrigas e interrogantes que se irán respondiendo a lo largo de este fic. Bue…así son todos los prefacios y prólogos ¿no?
Miren, pronto la conti…ya la tengo hecha desde hace uff! Pero de que la suba o no depende de los comentarios que reciba… así que ¡a postear! Jjii
Espero que les haya gustado la trama y que se tomen el tiempo de leer mi fic. Se les agradece de antemano ^.^
Matta nee :D
Titulo del fanfic: Cuando el sol dejó de brillar…
Autora: Tela-sama
Género: romance, drama, un poco de sátira
Clasificación: Todos los públicos
Advertencias: ninguna
Resumen: ¿podrá una persona fría y egoísta como sakura hallar lo que se puede llamar verdadero amor? Muchas cosas se interpondrán en su camino y Sasuke es una de ellas
Publicaciones: mundosasusaku, UchihaItachi, fanfiction.net, sakura haruno fans
- Spoiler:
CUANDO EL SOL DEJÓ DE BRILLAR…
PREFACIO
Muchas cosas habían pasado desde que lo vio por vez primera. Su vida dio un cambio drástico aquel día ¿Quién iba a pensar que se enamoraría de verdad? ¿Qué sería capaz de dar hasta la vida por esa persona? Si, hasta ese entonces su corazón estaba lleno de rencor contra el mundo y sus reglas. Pasó de ser una rebelde sin causa a convertirse en la persona más afable que jamás creyó llegar a ser gracias a la presencia de él en su vida.
¿Y él? ¿La abandonaría en el momento difícil? Algo dentro de su mente le decía que si. Que las circunstancias en las que vivían ambos los obligarían a desertar del amor que con tanto recelo habían cuidado. Todos están en contra de ellos y no aprueban su relación. Pero ¿Les importa a ellos que él la amara a ella o ella lo amara a él? No le hacían daño a nadie, más que aquellos que estaban en contra de los juveniles romances pero de igual forma…si no lo han sentido antes, no podrían emitir un juicio de valor respecto a ellos.
Parte de la naturaleza humana es juzgar a sus semejantes sin tan siquiera saber por lo que están pasando. Esa es una de las grandes imperfecciones del hombre.
Pero al igual que su mente, el corazón también tenía su sentir con respecto a este amor. Su pecho se resistía a pensar en la sola idea de que él la abandonara. Incluso le hacía gracia pensar en eso ¡Era ridículo! Él había demostrado ser tan noble, bueno y responsable. Sería más lógico que ella lo abandonara, después de todo era la más imperfecta de ambos; irresponsable, altanera y hasta cierto punto, mala. Pero la realidad hablaría por si sola.
No sería hasta ese entonces en el que se vería sola y desprotegida que su corazón se oscurezca una vez más. Pero ahora las cosas se mostrarían diferentes. Ella tiene una responsabilidad. Una carga, fruto de ese amor juvenil que todos juzgaban y que ahora incluso ella lo hacía por creerse tan estúpida y crédula. Si antes la decepción la llevó a ser tan reacia ahora la obligaría a madurar y a darse cuenta, según ella, que nunca tuvo un amor de verdad.
Pasados los años, él regresaría por su perdón, en un gesto sincero de arrepentimiento, pero la mente y el corazón de ella ya estaba demasiado enraizado por un sentimiento de rencor y creciente odio hacia aquel hombre que lo único que hizo fue desgraciar su existencia a tan temprana edad.
Ella no querrá olvidar lo sucedido, él no desistirá de su perdón. Ella guarda un secreto que solo le compete a él y no quiere revelarlo por miedo a que se le sea arrebatado.
¿Podrá el muchacho recuperar su confianza?
Él tuvo sus fuertes razones para dejarla ir, y también fue muy difícil hacerlo. Lo más doloroso que habría de hacer por el bien de alguien.
Muchas cosas han pasado desde que lo conoció a sus 16 años y este es el comienzo de la historia…antes de que él se alejara de ella; incluso, antes de que sus caminos se cruzaran
Les gustó mi prefacio? OwO
MMM yo creo que a más de gustarles, los llenó de intrigas e interrogantes que se irán respondiendo a lo largo de este fic. Bue…así son todos los prefacios y prólogos ¿no?
Miren, pronto la conti…ya la tengo hecha desde hace uff! Pero de que la suba o no depende de los comentarios que reciba… así que ¡a postear! Jjii
Espero que les haya gustado la trama y que se tomen el tiempo de leer mi fic. Se les agradece de antemano ^.^
Matta nee :D
Última edición por tela-chan el Dom Ene 16, 2011 10:37 pm, editado 4 veces
tela-chan- Nuevo
- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 19/12/2010
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Yo lo leí en mundo sasusaku
y me encanto tu idea
y aqui tambien me gusta espero
el primer capitulo
y me encanto tu idea
y aqui tambien me gusta espero
el primer capitulo
haru_san- Administradora
- Mensajes : 1279
Fecha de inscripción : 05/12/2010
Edad : 26
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Kawaiii!!!!!!
me encanto el prologo
y me muero por el primer cap XD
onegai no demores en ponerlo
me gusta tu forma de narrar la historia
ademas que tiene un drama muy interesante
asi que pon la conti pronto si
me encanto el prologo
y me muero por el primer cap XD
onegai no demores en ponerlo
me gusta tu forma de narrar la historia
ademas que tiene un drama muy interesante
asi que pon la conti pronto si
cerezo negro- SasuSaku
- Mensajes : 643
Fecha de inscripción : 05/12/2010
Edad : 35
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
me encnata espero la contiii
sakura-chan-uchiha- NaruSaku
- Mensajes : 1612
Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 27
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
me gusta el fic
Soole-Haruno- Nuevo
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 29
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Hola con todos :)
antes que nada, querìa agradecerles por los lindos comentarios que me han dejado ^^ créanme que me dan unas ganas de seguir escribiendo cuando los leo *.*
son tan lindos >w<
en fin, aqui les traigo el primer cap de mi fic, inspirado en las obras maestras de Paulo Coelho espero que les guste mi historia :)
Bien, en este capítulo conocimos a miss insoportable y al singular colegio a donde asistirá y a sus singulares compañeros... ¿Pero y sus profesores? ¿Tendrán algo de singular también?
¡Yo digo que sí!
¿Y ustedes?
No sería un verdadero fic si las cosas siguieran tan monótonas como en la vida real!
Porque si me pongo a relatar la vida como es en verdad creo que ustedes se dormirían a la primera línea del texto...y ni creo que a eso llegaría, porque yo me habré quedado dormida al escribirlo XD.
Pero en fin...ya me fui por la tangente ^^U, tengan por seguro que tendré la conti en el foro en una semana! (o tal vez manos ¬¬U)
Y esta vez no miento!
¿Saben por qué?
Porque ya la tengo hecha!!
Así que llueva, truene o relampaguee yo estaré aquí con la conti y no tienen que preocuparse!!
No será como mis otros fics q me demoraba siquiera sus 2 meses en actualizar o.o
Prometo ser más responsable ^^U.
Espero que les guste mi fic ^^...y también espero que una semana sea suficiente...que no sea mucho ni muy poco...es lo mejor para todos, así yo tendré chance de escribir las contis adelantadas que ustedes leerán mucho después
Espero sus comentarios :B
bye! ^^
antes que nada, querìa agradecerles por los lindos comentarios que me han dejado ^^ créanme que me dan unas ganas de seguir escribiendo cuando los leo *.*
son tan lindos >w<
en fin, aqui les traigo el primer cap de mi fic, inspirado en las obras maestras de Paulo Coelho espero que les guste mi historia :)
- Spoiler:
- CAPITULO I: Intro
“Yokohama’s Institute, es uno de los mejores centros educativos de la ciudad, se encuentra ubicado en el centro de la urbe y cuenta con piscina, cancha de tenis, vóley, basquetbol, 24 salones de clase tecnológicamente equipados, sin contar la sala de música, de química y una gran biblioteca.
Este instituto es el preferido por las familias para impartir educación a sus hijos; ya que todo su personal docente está debidamente calificado para el trabajo y regidos por la ley de la rectora del plantel: Tsunade Senju”
-Sakura, este colegio me parece muy confiable para ti ¿quieres ir?-preguntó una mujer de largos cabellos rojos mientras sostenía su periódico. La aludida le hizo una mueca de desinterés desde el sillón de al lado sin apartar la vista del libro que estaba leyendo. La mujer la miró insistente a la espera de una respuesta concreta y solo consiguió que la chica se encogiera de hombros y respondiera de una manera seca.
-Kushina, lo único que me interesa es que no me expulsen nuevamente. Por mí, ponme en la preparatoria que más te plazca. El resto no me importa…
La mujer se levantó cerrando el diario con cierto enojo mientras se fruncía poniendo las manos en sus caderas encarando a la muchacha.
-este lugar tiene muy buenas referencias, estoy segura que corregirán tu comportamiento; Y así dejas de ser tan insolente.-Sakura levantó la mirada junto con sus cejas y se quedó unos segundos mirando a Kushina que aun se encontraba delante de ella. Posteriormente devolvió los ojos a su libro acercándolo más a su rostro.
-como quieras.
La mujer se restregó a sí misma la mano en su cara y regresó a la cocina susurrando cosas en contra de la pelirrosa, que no hacía más que provocarle dolores de cabeza durante los últimos 6 años. Luego regresó a la sala con un trapo colgando de sus dedos.
-mañana mismo te inscribiré; antes que acabe el plazo y no quiero tener ningún tipo de problemas contigo ¿quedó claro?-la adolescente fastidiada se incorporó y enfrentó a la pelirroja. Arrojando contra el sillón el libro a causa del enfado.
-¿Me estas amenazando?-preguntó de forma despectiva. Kushina apretó los dientes y le contestó de igual manera.
-¿Acaso no lo parece? Por tu culpa tuvimos que mudarnos a este pueblucho ¡y ni hablar de todas las veces que he tenido que disculparme por cosas que tú has hecho!
-¡Pues perdóname! No fue intencional que toda mi responsabilidad recayera sobre ti.-devolvió la chica con evidente hostil sarcasmo-yo nunca quise terminar contigo.
-Sakura, no discutiré contigo sobre eso otra vez…ahora vete a dormir. Mañana tendrás que levantarte temprano para quedarte al cuidado de la casa mientras yo te inscribo en ese colegio…solo espero, que no me decepciones de nuevo.
La pelirrosa ladeó la cabeza, tomó su material de lectura y se encerró en su habitación, no sin antes propinar un violento golpe a la puerta tras sí.
-¡ya no se tiene vida en esta casa! ¡Deja de fastidiarme ¿quieres?!-gritó desde su alcoba una vez que se hubo tumbado en la cama. Esa mujer pareciera que le quería hacer la existencia de cuadritos. Era casi absurdo pensar que solo buscaba lo mejor para ella como ya muchas veces lo había manifestado. Le resultaba increíble haberla soportado por más de media década y aceptar cambiarse de lugar por razones académicas.
La verdad era que ya ningún colegio en su antigua ciudad quería darle cabida dentro de sus instalaciones. Por eso se vieron obligadas a mudarse de localidad para poder cubrir el desarrollo estudiantil de Sakura; pasaron por muchos problemas para poder finiquitar el cambio pero al fin y al cabo se encontraban seguras en Yokohama.
Kushina tenía a Sakura bajo su responsabilidad. Era la mejor amiga, una persona confiable y cercana a su madre; esta antes de morir le encomendó dicha tarea.
Ella siempre ha sido una persona agradable pero esconde un secreto que la perturba cada día y no la deja vivir en paz. Sakura desconoce esto; solo su madre lo sabía. Esta vivencia la dejó marcada y su carácter se transformó. Ya no se comportaba como antes; atenta y cordial, ahora era fría y distante. Solo pasaba el día peleando con Sakura; una rebelde.
-es tan insoportable, si tuviera la oportunidad me largaría de este lugar ahora mismo.-masculló la muchacha a punto de estallar-extraño tanto a mi mamá…
Por otro lado, en la cocina, Kushina terminaba de lavar la vajilla. Sus lágrimas se perdían en el agua que salía de la llave su sonido con su sollozar. Era tan frustrante el hecho de no poder educar a la niña, Se sentía inútil a la promesa que le hizo a la madre de cuidar de ella. Estaba más que claro que la chica se desgraciaría en cualquier momento, solo era cuestión de tiempo y sería mucho peor para su consciencia.
-Perdóname, Sakurai…no fui la persona indicada para custodiar de Sakura. He hecho todo lo posible y sin embargo…-no pudo continuar, el llanto la venció y con sus aún húmedas manos se cubrió el rostro y se dobló hacia adelante para llorar- …aceptarla fue un error.
Su cuerpo temblaba y con esfuerzo pudo cerrar el grifo, luego se tragó el llanto para que la muchacha no lo escuchara y se dirigió al baño a lavarse la cara y borrar cualquier rastro de su elegía. Después se encontró en la sala donde volvió a tomar el periódico.
-algo me dice que este lugar será mi salvación…
Sakura se había quedado dormida ya muy entrada la noche, sus ojos se cerraban al verse leyendo a las 2 de la mañana, ese libro era hipnotizante; casi como una droga. Estaba acostada sobre su cama y sus pies se apoyaban en las paredes, para cualquier persona resultaría un poco incómodo pero para Sakura era la mejor de las poses, siempre había estado en contra de imitar a los demás y leer sentada en un cómodo sillón no sería la excepción. Anteriormente, en la sala, usaba el sofá como cama, muchas veces Kushina la había reprendido por esto pero ella le daba poca importancia.
El sueño la estaba venciendo nuevamente hasta que sus ojos pesaron más de lo que podía soportar y sin darse cuenta cayó en brazos de Morfeo.
Al abrirse sus orbes a media mañana, el sol que entraba vacilante por la ventana lastimó sus esmeraldas al chocarse con él. Con pesadumbre se levantó y talló sus ojos presa de la pereza, se estiró y miró su reloj: diez de la mañana.
-es mejor levantarse tarde ahora, antes de entrar al colegio.-susurró para sí con una voz ronca.
La chica escarmenó su cabello, luego se dirigió a la cocina y preparó su desayuno. Este constaba de café sin azúcar y un pan que Kushina había dejado sobre la mesa listo para que ella lo engulla.
-gracias a Dios, el hambre me estaba matando... ¿qué estarán transmitiendo en la televisión hoy?…iré a ver-Sakura tomó su desayuno y se sentó en el sillón de la sala para encender el aparato, se quedó un momento frente a él esperando que la molesta estática cesara para poder divisar la programación pasados unos segundos mostró un rostro de desilusión- a esta hora solo ponen programas infantiles…si no hay nada más que ver, para matar el aburrimiento.
La muchacha metió el pan en su boca y procedió a sentarse, indignada, a ver televisión infantil, por un lado esto le llamaba mucho la atención, aquellos programas provocaban que la chica se perdiera dentro de la pantalla, era curioso como un programa para niños hiciera tantas cosas en ella, le gustaban…tal vez porque hacían parecer la vida tan fácil y la distraían un poco de la realidad.
Así su desayuno se terminó y las horas pasaron de una forma casi imperceptible y cuando reparó en esto ya eran las doce del día; solo el sonido de la puerta que anunciaba el regreso de Kushina la sacó de si ensimismamiento. La pelirroja, al verla, soltó un profundo suspiro en señal de alivio, una parte de ella temía que Sakura haya huido de casa luego de la pelea que tuvieron la noche anterior. La Haruno la observó con un deje amargo y volvió a clavar sus ojos en la televisión.
Kushina pasó de ella a la cocina para guardar algunas compras de víveres que había hecho en provecho de salir a la calle a matricular a Sakura.
-Sakura, tienes suerte. En esta ciudad las clases comienzan el próximo lunes-informó desde el cuarto de comedor mientras sacaba las compras de las fundas de papel produciendo un sonido algo crocante-la rectora tuvo la gentileza de regalarme un uniforme para ti; queda poco tiempo así que no iba a tener oportunidad de conseguírtelo por mi propia cuenta.
El jueves tendrás que pasar por ahí para retirar tu horario de clases, yo no podré ir; estaré buscando empleo…
Sakura chasqueó la lengua.
-¿Por qué te preocupas tanto por mí?...ni siquiera eres mi madre.-respondió desde la antecámara. Kushina se dirigió donde estaba Sakura y le apagó la televisión, ante la mirada de reclamo de ella, se acercó y le sonrió sin ganas.
-a veces quisiera serlo de verdad, así no me despreciarías tanto…-la chica bajó la vista con melancolía ante este deseo y luego devolvió la mirada.
-y yo quisiera que mi mamá esté viva…para no sentirme tan sola a tu lado-la joven se incorporó del sofá y rápidamente fue a su alcoba, dándole la espalda a su “madre sustituta”-¿para cuándo dices que tengo que ir a retirar mi horario?-preguntó para cambiar de tema con total desinterés.
-el jueves…
-¿y ya sabes en donde trabajar?-curioseó volviéndose hacia la pelirroja de orbes verdes. Ella entrecerró sus ojos y ladeó la cabeza.
-veré si puedo…trabajar, aunque sea de impulsadora en una tienda o algo. Nuestra situación no es nada agradable y no puedo dejar pasar el tiempo sin conseguir empleo. Tengo que financiar tus estudios-Sakura rodó los ojos y se giró nuevamente para ir a su habitación, levantó su brazo para darle una última sugerencia a Kushina.
-no deberías preocuparte por mí, ya te dije. Estaré bien, Solo ocúpate de conseguir dinero para ti. Yo conseguiré donde pueda-Kushina negó decidida y sonrió con ironía.
-No me permitiré dejarte a la buena de Dios, Sakura; le hice la promesa a Sakurai de cuidarte por lo menos hasta que cumplas la mayoría de edad y aun faltan dos años para que eso suceda. Por ahora mantén toda tu atención en los estudios para que ese dinero no sea malgastado, luego podrás hacer lo que quieras.-Sakura levantó las cejas fingiendo admiración y regresó a su habitación.
-de acuerdo. Pero no me tortures con tus sermones ¿quieres?...
Kushina suspiró como siempre lo hacía y se dejó caer en el sofá que antes había sido usado por Sakura. Aún conservaba su calor.
-solo si te lo ganas-susurró
La noche anterior ella resolvió hacer más llevaderas las cosas con Sakura, La situación se estaba volviendo insoportable y podría aguantarlo por mucho más tiempo. Había prometido cuidar de ella y no faltaría a su palabra. Este era un nuevo comienzo y no pensaba desperdiciarlo.
-prepararé el almuerzo…
El jueves llegó sin previo aviso. Kushina había conseguido trabajo como camarera en un acogedor comedor de tortas y dulces dejando a Sakura la mayoría del tiempo sola en casa.
Por primera vez, la pelirrosa se había animado a salir de casa, solo por la necesidad de retirar dicho horario en la Institución donde estudiaría. Llevaba un papel con la dirección anotada en él y se internó en las acogedoras calles de Yokohama, no era una ciudad grande, sino un pequeño pueblo que tenia lo básico para sus habitantes, pero no contaba con una universidad, según Sakura, era lo único que le faltaba, para hacer sus estudios superiores tendría que volver a cambiarse de localidad. Pero para ese entonces ya sería mayor de edad e iría sola.
-es increíble que a pesar de la pequeñez de este pueblo me haya perdido…-resopló la chica al verse extraviada en un parque donde solo habían juegos oxidados y vagos charcos de agua, saldo de la lluvia del día anterior. Resignada se sentó en un viejo columpio y este comenzó a moverse levemente haciendo danzar forzosamente a la chica al son del viento-ni hablar…tendré que preguntar a alguien.
Sakura se levantó de sobresalto y se dirigió a una casa cercana, pues no había nadie en los alrededores. El lugar era casi desértico. La ojijade tocó tímidamente la puerta de la morada y segundos después la atendió una mujer de avanzada edad.
-disculpe señora…-saludó al verla- ¿usted me puede hacer el favor de decirme hacia dónde queda esta dirección?-preguntó mientras le dejaba ver el papel; la mujer frunció el ceño confusa y luego pensó por un momento.
-claro, niña, está…a diez cuadras hacia tu derecha-respondió e inmediatamente el rostro de Sakura se iluminó de repente.
-¡Wo! Qué bien, muchas gracias, señora-dijo antes de salir corriendo. La mujer la observó alejarse mientras cerraba lentamente su puerta.
“esta niña no despide una energía positiva…”
Al terminar de recorrer las yardas que la separaban de su futuro colegio, pasando por graciosas casas de donde colgaban banderines multicolores; parecía que recientemente habían pasado las fiestas respectivas de la ciudad y cubriéndose el rostro por el sol se encontró con un colosal edificio en cuya fachada se podía leer en letras grabadas con lo que parecía ser oro macizo el nombre del inmueble.
“Yokohama’s Institute”
-vaya… ¿Cómo Kushina pudo costearme algo así? Se nota que la pensión debe valer una fortuna-dijo impresionada al ver el tamaño poco disimulado del instituto; en ese momento recordó una conversación que había tenido con la pelirroja el día anterior.
***
-Sakura, quiero que pongas mucho empeño y responsabilidad en este colegio, no ha sido nada fácil conseguirte un cupo a última hora, y si a eso le sumamos todos los sacrificios que hemos de hacer para mantenerte ahí…-comentó durante la merienda; Sakura casi se atraganta con la comida al escuchar aquello, esa palabra, a pesar de tener tan solo cuatro sílabas, resultaba alarmantemente peligrosa.
-¿sacrificios?-repitió, Kushina dio un sopló para enfriar la comida que había puesto en su cuchara.
-si, por ejemplo, no desperdicios, no abusos y por sobre todo, no despilfarro. Como ya te habrás dado cuenta, nuestra situación económica no es nada favorable, así que te ruego, por favor, que aproveches la educación que te estoy dando-terminó antes de devorar el alimento del utensilio. Sakura dejó de comer y pensó no estar preparada como para prescindir de algunos lujos que podía darse en su antigua ciudad. Pero tenía que aceptarlo; Era inevitable.
Si Kushina habría de hacer lo mismo, por muy reacia que fuera; ella no era nadie para llevarle la contraria en esto; Sakura no llevaba ningún dinero a casa como para tomar cartas en asuntos financieros.
-solo si no me exigen demasiado.
***
Haruno procedió a tocar el timbre del edificio, miró su reloj de mano, suspiró aliviada al percatarse que solo faltaban diez minutos para las doce del día.
-justo a tiempo…-el aparato emitió su sonido por menos de un segundo; suficiente para que el encargado de la portón advirtiera en su presencia y acudiera al llamado de la campanilla.
-¿Si?-preguntó al asomar su cabeza por la puerta logrando divisar a Sakura.
-Disculpe, buenos días, vengo a retirar mi horario de clases…-el hombre de edad avanzada arrugó la gente y abrió el portón permitiendo el paso de la pelirrosa.
-los horarios se están entregando a los estudiantes de 2º de preparatoria en la dirección; la directora lo está haciendo personalmente-Sakura intentó estirar el cuello para atisbar por dentro.
-pero…los otros estudiantes aún no llegan…
-los otros estudiantes llegaron hace veinte minutos, Tsunade-sama los está atendiendo-respondió el hombre, algo fastidiado ya que nunca había sostenido una conversación tan larga con un alumno. La chica alargó su rostro, fruto del asombro.
-¿Tsunade-sama?
-ella es la directora…ahora apresúrese antes de que se meta en problemas por llegar tarde.
-pero, la cita era a las doce, no a las once y media- el hombre resopló indignado y le contestó a manera de ultimátum.
-aquí los alumnos son muy disciplinados y no se retrasan, es más, llegan antes de la hora prevista.
-¡No es justo! Yo vine puntual a la hora que me dijeron-refunfuñó Sakura a punto de perder el control.
-señorita, es reglamento interno yo solo soy el conserje. Conmigo no se enfade-respondió con sutil enojo. Sakura infló los cachetes y lo miró con desdén.
-como diga, señor conserje, con permiso-dijo antes de entrar pasando enfrente del hombre quien la observaba fijamente con los ojos entrecerrados por enfado.
Al ingresar pudo escuchar murmullos que provenían de un salón contiguo al portón, las voces se oían consternadas y una que otra enojada, hasta que la voz de una mujer se hizo notar retumbando en el lugar.
-¡CIERREN LA BOCA!-seguido de esto se produjo un silencio sepulcral-ustedes no tienen ni voz ni voto aquí, así que no se quejen de las decisiones que he tomado ¿quedó claro?
Sakura vaciló un poco al dirigirse a aquel salón de donde provenían esos gritos, con temor giró el pestillo de la puerta y asomó su nariz tratando inútilmente de no ser descubierta, aunque sabía que sería inevitable.
La mujer que pudo divisar era de piel blanca, rubia y ojos miel. Llevaba un bléiser beige que combinaba con sus cabellos y orbes claros. Esta la miró desconocida y frunció el ceño. Caminó hacia el pórtico y lo abrió en su totalidad. Sakura estaba un poco intimidada-raro en ella-salvo por los otros estudiantes que la observaban curiosos al ver una cara distinta.
-¿eres la nueva?-preguntó la mujer sin cambiar de gesto. Sakura asintió.
-¿usted es…?
- Tsunade Senju, la directora. Tú debes ser Haruno. Ahora toma asiento junto a Inuzuka y presta atención-la aludida obedeció y se sentó en la banca señalada por la rubia. Al lado se encontraba un chico que extrañamente tenía unas gruesas franjas rojas a cada lado de las mejillas; el peso de su rostro recaía sobre su mano en señal de indignación-Como ya te habrás dado cuenta aquí la puntualidad es muy importante y si llegas tarde te veras metida en problemas; por esa vez te perdono porque eres novata, pero para la próxima ya estás advertid-La mujer puso otra vez su atención en todos los alumnos-como les iba diciendo; Este año también tendrán clases de Desarrollo del pensamiento, y no aceptaré objeciones, así que si vuelvo a escuchar un comentario en contra, todos serán castigados-terminó. Todos asintieron nerviosos.
-bien. Ahora a lo que vinieron, les daré sus horarios. Las respectivas indicaciones se las comunicarán el próximo lunes, es decir, el primer día de clases.-La directora repartió dichos horarios y luego de unos minutos ya todos tenían sus hojas, no parecían nada contentos con lo que estaban viendo.
-ya pueden retirarse-anunció de repente-…y para la próxima, eviten los retardos-dijo clavando la mirada en Sakura. La pelirrosa tuvo el deseo repentino de hundirse en su asiento antes de levantarse para salir del salón.
Los estudiantes poco a poco iban desalojando el lugar hasta quedar en el patio. Los chicos esperaron que Tsunade-sama se encierre en su despacho para empezar a murmurar.
-no me parece correcto-dijo el tal Inuzuka con evidente enojo-Uzumaki-sensei es demasiado…tonto. Resulta ilógico que nos enseñe Desarrollo del pensamiento, ya tuve suficiente con aguantarlo el año pasado.
-pero Kiba, esa asignatura no es el problema, Uzumaki-sensei es…dinámico, además pasar de año con él es fácil-repuso una rubia de orbes azules. Inuzuka chasqueó la boca y posaron su mirada en la pelirrosa que acababa de salir del salón.
-¿Cuál es tu nombre? Eres nueva ¿no?-curioseó la chica. Sakura optó por una postura fresca y respondió con afrenta.
-Sakura Haruno. Y sí, soy nueva-la muchacha de ojos azules levantó las cejas y asintió con satisfacción.
-me llamo Ino Yamanaka…-de repente se acercó en demasía y colocó sus cinco dedos sobre los ojos de Sakura-¡Oh! ¡Frentona!
La pelirrosa se apartó con violencia y torció la boca producto de la ira
-¡No me hables de frentes! A ti te sobran algunos kilos ¿sabías? ¡Cerda!-Ino separó sus labios por la sorpresa y entrecerró sus ojos para mirarla con antipatía.
-Escúchame, frentona. Eres nueva aquí y no te conviene hacerte de enemigos tan pronto…solo viniste por los horarios y estás armando pleitos contra mí-luego dibujó una sonrisa pícara en su rostro-…me agradas, niña. Nos vemos el lunes.
Sakura estaba confundida. Esa chica la insultó, después dijo que le agradaba y sin más, se despidió amigablemente de ella. Era algo bipolar ¿no?
Sakura se despidió perezosamente de los estudiantes que poco a poco se iban retirando haciendo una breve presentación de sí misma. Luego, por primera vez concentró su atención en la hoja que se le había dado con anterioridad. Estaba prácticamente afuera del establecimiento sin despegar la mirada del horario de clases.
-el lunes a la primera hora… ¿literatura?...interesante manera de comenzar la semana.
-¡oh! ¿Eso quiere decir que ya conoces al profesor de literatura?-preguntó una voz femenina y chillona desde atrás.
-¿Quién eres tú?-gritó una sobresaltada Sakura mientras volteaba para averiguar quién se escondía a sus espaldas. La muchacha de castaños cabellos se reincorporó y le sonrió.
-Perdón. Lo que pasa es que cada vez que alguien menciona la palabra “literatura” me zumban los oídos -Sakura la observaba incesante con sus cejas apuntando a su cabello a lo largo de su “interminable” frente.
-¿y?
-nuevamente me disculpo por mi intromisión… ¿cuál es tu nombre?-curioseó la niña; Sakura entrecerró sus ojos con furia instantánea.
-¿Quién pregunta?
-lo siento. Mi nombre es Moegi, tengo doce años-dijo. Su interlocutora terminó de voltearse y la miró de frente.
-¿no te cansas de pedir perdón cada vez que hablas?
-¿y tú no te cansas de responder siempre con otra pregunta?
-me llamo Sakura…y no tengo tiempo que perder, mis disculpas-contestó justo antes de darse media vuelta para regresar a casa en cuyo camino doblaría los extremos de la hoja del horario como siempre lo hacía con cada documento de mediana importancia que le fuese entregado. Era muy rara en ese aspecto; muchas veces lo hacía sin siquiera advertirlo.
-que asocial resultaste ser…-comentó la niña desde ya unos cuantos metros de distancia-¿eres nueva?-Sakura retuvo aire y de repente se imaginó a si misma mandando a volar a tan fastidiosa criatura-…porque no has contestado a mi primera pregunta.
Haruno hizo memoria y logró traer a su mente lo que curioseaba la voz chillona que le provocó un susto en primer lugar.
-no, no conozco al profesor de literatura y tampoco me interesa conocerlo-respondió entre dientes y sin girarse
-Mm…me sorprende, todas las chicas de este instituto están locas por él…ya me resultaba extraño que menciones su asignatura sin emocionarte, ni ruborizarte, ni crear un río de babas a tus pies.-eso fue el colmo, Pensó Sakura. Se volvió hacia moegi y le propinó una mirada escalofriante.
-en primer lugar: no soy una fanática de los hombres; en segundo lugar: ¿por qué rayos habría de interesarme en un profesor? Evidentemente son mayores (mucho mayores) a las alumnas y no tendrían oportunidad con ellos ¿para qué perder el tiempo?; y tercero:….no sé qué hago hablando sobre esto contigo, niña. Adiós.
-Perdón…-dijo moegi, por ultimo-“a pesar de ser tan apática, no me cae mal después de todo”.
Bien, en este capítulo conocimos a miss insoportable y al singular colegio a donde asistirá y a sus singulares compañeros... ¿Pero y sus profesores? ¿Tendrán algo de singular también?
¡Yo digo que sí!
¿Y ustedes?
No sería un verdadero fic si las cosas siguieran tan monótonas como en la vida real!
Porque si me pongo a relatar la vida como es en verdad creo que ustedes se dormirían a la primera línea del texto...y ni creo que a eso llegaría, porque yo me habré quedado dormida al escribirlo XD.
Pero en fin...ya me fui por la tangente ^^U, tengan por seguro que tendré la conti en el foro en una semana! (o tal vez manos ¬¬U)
Y esta vez no miento!
¿Saben por qué?
Porque ya la tengo hecha!!
Así que llueva, truene o relampaguee yo estaré aquí con la conti y no tienen que preocuparse!!
No será como mis otros fics q me demoraba siquiera sus 2 meses en actualizar o.o
Prometo ser más responsable ^^U.
Espero que les guste mi fic ^^...y también espero que una semana sea suficiente...que no sea mucho ni muy poco...es lo mejor para todos, así yo tendré chance de escribir las contis adelantadas que ustedes leerán mucho después
Espero sus comentarios :B
bye! ^^
tela-chan- Nuevo
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Fecha de inscripción : 19/12/2010
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Waaa me enacanto la conti
pobre kushina solo quiere lo mejor
para Saku T_T
no me imagina a Naruto dando esa clase
XD
mister. Uchiha uno de los hermanos
seran el profesor de Literatuta
mister. Uchiha-sexy >.<
espero la conti con ansias
pobre kushina solo quiere lo mejor
para Saku T_T
no me imagina a Naruto dando esa clase
XD
mister. Uchiha uno de los hermanos
seran el profesor de Literatuta
mister. Uchiha-sexy >.<
espero la conti con ansias
haru_san- Administradora
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Fecha de inscripción : 05/12/2010
Edad : 26
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
HI!
Hola con todos los que leen mi fic, aqui les traigo la conti; espero que les guste, pasé noches enteras haciendola jejee
disfrútenla :)
- Spoiler:
CAPITULO II: Inmundicias
Primer día que visita ese cochino instituto y ya había conocido unas cuantas personas no muy agradables a sus ojos; lo peor era pensar que ese sería solo el inicio de una gran e interminable gama de días y personas con las que tendría que lidiar desde ese lunes. Que vida tan inmunda, se decía, mundo inmundo.
“Inmundo” era la palabra favorita de Sakura. No pasaba ni una jornada sin que la mencionara siquiera unas tres o cuatro veces. Kushina ya no sabía qué hacer para darle a entender que esa expresión no era muy sana como para que una chica de dieciséis años la usara. “¿entonces tu también eres inmunda?” solía devolver; a esto, la chica solo chasqueaba la lengua y en medio de su obstinación respondía cosas como “pues, si todo es inmundo entonces por extensión y lógica yo también lo soy” o “creo que la respuesta es obvia”.
La apariencia de la madre adoptiva de Sakura también era tema de controversia dentro de la casa Uzumaki-Haruno
-Kushina…deberías cortarte ese cabello ¿te das cuenta lo largo que lo tienes? Te quejas de que nuestra economía está decreciendo y sigues gastando fortunas en el cuidado de tu cabello…deberías usarlo para trapear el piso o algo por el estilo, si tiene alcance ¿sabías? Mataríamos dos pájaros de un solo tiro-comentaba una cruel Sakura desde la sala mientras la aludida lavaba platos en la cocina con un delantal que se amarraba en la cintura y de paso cogía los hilos de fuego de su propietaria; lo cual llamó la atención de la pelirrosa.
-mi cabellera es como una caja de recuerdos. En ella guardo los más grandes tesoros que podría tener una mujer…memorias de tiempos más felices…tal vez algún día lo entiendas-contestaba Kushina serena pero triste.
-claro, con tanto cabello me faltarían horas para terminar de imaginar todo lo que guardas en él. Ahora entiendo porque eres tan pesada…la cabeza te pesa.
-sabes perfectamente que no hablaba de cosas materiales, Sakura.
-no, no lo sabía-respondió sarcástica. Luego fijó toda su atención en la televisión.
En estos casos Kushina, solo se limitaba a suspirar con todo el aire que le entrase en los pulmones y rogar a Dios por la madurez de la chica.
“Sakurai…hago todo lo que puedo”
Y cambiando de tema…
-mañana es tu primer día de clases ¿emocionada?
¿De qué otra cosa más hablar? Cualquier asunto que se les ponía en frente a las féminas provocaba una discusión. Sakura con su ola de sarcasmos e insinuaciones y la dulce Kushina tratando de defenderse sin mucho éxito.
Kushina era la mártir y Sakura, la villana.
-no hay palabras para expresar lo ansiosa que estoy porque llegue el día de mañana y convivir con el montón de tontos que encontraré en ese colegio-devolvió con suma ironía.
Ahí iba el discurso de nuevo.
-Sakura, ¿insinúas que todos son inferiores a ti? Recuerda que en esta tierra, todos somos iguales y no hay personas superiores o inferiores a otras. Solo se es diferente y eso es lo que nos hace únicos.
-que forma tan ilusa de ocultar el sol con un dedo…dejémoslo así: todos son únicamente tontos y estúpidos e igualmente sonsos en comparación a mi…espera ¿dices que son iguales y únicos al mismo tiempo?
-si…
-me sorprendes cada día más…-culminó con una de sus célebres frases cargadas de ironía.
Así, la educación moral de Sakura para Kushina ha sido –durante los últimos seis años-un calvario en el cual se encuentra condenada irremediablemente.
Aun así, la pelirroja no deja de querer a su carga auto inducida. Era una forma de llenar un poco ese vacío que la torturaba años atrás y sería capaz de soportar a Sakura por un milenio más que volver a sentir por un segundo la estaca de la soledad apuñalando su adolorido corazón de madre. La consolaba el hecho de que muchas madres pierden a sus hijos e hijos pierden a sus madres; ambas sufrían de estos males y Dios no dudó en unirlas para complementarse en sus infortunios y, aunque no se aguanten mutuamente, de seguro llegaría el día en que logren comprender esto y puedan tratarse como verdaderas madre e hija, olvidando asperezas del pasado.
Por su parte, Sakura no esperaba mucho de Kushina. Le daba la impresión de que solo vivía para quejarse de ella y no para llegar a un mutuo acuerdo de paz…o por lo menos a una tregua momentánea. Unos cuantos días de paz no le harían mal a nadie, pensaba.
Sakura, siempre egoísta, orgullosa, siempre ajena al mundo que la rodea y solo limitándose a catalogarlo como inmundo, está atrapada en un agujero del que podría salir ilesa si quisiera y se lo propone; pero su mente infantil (porque era infantil) no le permitía siquiera caer en cuenta de esto y continua perdida entre la autocompasión y el odio a si misma demostrándolo en forma de hostilidad y desinterés por los demás.
Esa misma noche, la “madre” ocupaba sus pocas horas de descanso en planchar el uniforme que había logrado adquirir para su “hija”.
-Sakura, deberías preocuparte por tus cosas…no toda tu vida estaré yo para ayudarte-comentó Kushina luego de haberse quemado con el artefacto de planchado a causa de la presión.
-y eso te hace feliz ¿verdad?-dijo Sakura cuando se hubo colocado en frente de Kushina-de seguro esperas con muchas ansias el día en que cumpla dieciocho para darme mis maletas y gozar de tu libertad-continuó.
-no me malinterpretes. Me refiero a que seas más responsable con lo que a ti te concierne, nada más-repuso Kushina con el entrecejo fruncido y posicionó la plancha de lado para evitar quemar la ropa mientras hablaba.
-Está bien, yo me encargaré del cuidado de mi uniforme ¿contenta?
-Claro que si-respondió gustosa alejándose de la tabla de planchado y dándole cabida a Sakura para que cumpla lo que acababa de decir.
-Como quieras…pero ten en cuenta que lo hago solo para que dejes de agobiarme con tus quejas-aseveró la adolescente tratando de deshacer las no tan pronunciadas arrugas de su falda llena de cuadros.
Si. Su sencillo uniforme escolar contaba con una falda de cuadros azules que la cubría desde su cintura hasta debajo de las rodillas-lo cual era muy mojigato para el gusto de Sakura- que daba la impresión de camuflarse en él, llegada la noche. Una blusa colegial de mangas cortas con pequeños botones adecuadamente separados en la delantera y un bolsillo justo a la altura del corazón; medias blancas hasta las canillas y zapatos mocasines de un lustroso color negro.
He aquí aparentando el cuadro de una mentira perfecta, vestida como chica buena y recatada. Eso fue lo que opinó Kushina al día siguiente mientras ambas desayunaban para dejar la casa abandonada antes de dirigirse a sus actividades que, en el caso de Sakura, serían las cotidianas a partir de esa mañana.
-inmundo uniforme ¿no lo pudieron hacer más incómodo?-refunfuñó Haruno luego de mirarse detenidamente en el alto y largo espejo en la sala de la casa, repitiendo ya por segunda vez en el día-a pesar de ser tan solo las seis y media de la mañana- su palabra predilecta.
-chica, se te hace tarde. No quiero que llegues atrasada en tu primer día de clases-dijo Uzumaki antes de llevarla hacia la puerta y darle su maleta con los libros que también habían sido cortesía de Tsunade Senju.
-Pórtate bien, Sakura. Recuerda lo que hablamos.
-Tantas cosas que hemos hablado-respondió la aludida con desgano.
-No me decepciones. Por favor-pidió con predeterminada derrota-ten en cuenta que yo hago muchos sacrificios para que puedas tener una vida de calidad…no eches todo a perder otra vez…
-ya te dije que prometo intentarlo…-fija la mirada en el reloj con tirantes de cinta negra y minúsculos puntos blancos en su muñeca-tienes razón. Se hace tarde. Adiós.
Era cuarto de hora para las siete de la mañana. Kushina estaba parada en la puerta observando a Sakura alejarse a grandes pasos con rumbo a su nuevo colegio. El comedor abría a las ocho; aún tenía tiempo de fregar los platos y tomarse unos cuantos minutos para arreglar uno que otro objeto desordenado en casa.
La casa. Esa casa que había comprado con el dinero que adquirió al vender su antigua vivienda en Tokio. La vida allá era satisfactoria; no le faltaba nada, hasta podría darse un lujo de vez en cuando. Aún recuerda la pequeña y acogedora villa; pintada de colores pasteles y su chico-pero hermoso-jardín, la cerca blanca, el verde pasto-cuando Sakura era niña gustaba tirar de él-que rodeaba su morada, Su vestíbulo, en el cual muchas veces recibió visitas de quien en vida fue Sakurai Haruno…
Sus verdes ojos habían visto pasar muchos tiempos mejores.
Mientras tanto, Sakura iba hacia su nuevo colegio con raudo andar. Podía sentir- a pesar de ser otoño-la brisa veraniega acariciando con fuerza su rostro, producto de la velocidad a la que corría.
Ella pensaba en muchas cosas; sus compañeros, por lo poco que vio el día en que fue a retirar el horario, supo de antemano que no iba a tener una buena relación con ellos. Aunque por otro lado, había hecho una especie de promesa con Kushina, tendría que estudiar mucho y eso-en el limitado criterio de Sakura-no le daría tiempo para hacer amigos.
“Pensándolo bien… ¿Quién quiere amigos? Soy autosuficiente, no necesito de esas inmundas personas”
Las afueras del establecimiento estaban repletas de alumnos que se movían irregularmente. Unos con sus padres-estos eran los de menor edad- y otros llegaban solos, como Sakura. La chica solo podía sentir desdén por todos y cada uno de los presentes.
Haruno pasó indiferente entre la multitud hasta llegar al portón donde la aglomeración era mucho más notoria. Ella frunció el entrecejo y encogiéndose para adentrarse en el edificio. El barullo de la gente le estaba provocando jaqueca y por consiguiente le sobrevenía el mal humor.
-¡Quítense! ¡Déjenme pasar!-gritaba al momento de empujar a una niña que se cruzó en su camino.
-¡he!...tu eres…-dijo la muchacha al reincorporarse y ver a Sakura con más detenimiento y atención. Pero la pelirrosa le ganó la palabra.
-¿Tú de nuevo?-preguntó con fastidio.
-Mm…tú debes ser…permíteme tomarme unos segundos para recordar tu nombre.
-qué tontería. No tengo tiempo para tus estupideces. Debo entrar-le esquivó con evidente prisa.
-¡Oh! Pero si eres la chica que no tiene tiempo de socializar… ¡Sakura! Que sorpresa encontrarte aquí…aunque lo había esperado-respondió con trabajada emoción.
-habla por ti misma. Abre paso, quiero entrar.
-temo que no se va a poder. Me das tu carné y te dejo pasar-respondió con naturalidad mientras extendía la mano para que Sakura atendiera a su pedido.
-¿Quién te crees que eres?-cuestionó indignada. Su jaqueca estaba ya irremediablemente asentada.
-soy la sobrina del conserje y el debe de pedir el carné estudiantil a todos los alumnos que pretenden ingresar al edificio. Como hay tantas personas aquí lo estoy ayudando. Tu carné.
-soy nueva. No tengo-resopló iracunda
-tienes que sacarlo ahora. Claro, si no quieres tener problemas por entrar sin identificación.
***
-Pórtate bien, Sakura. Recuerda lo que hablamos.
-Tantas cosas que hemos hablado.
-No me decepciones. Por favor. Ten en cuenta que yo hago muchos sacrificios para que puedas tener una vida de calidad…no eches todo a perder otra vez…
-ya te dije que prometo intentarlo.
***
-Está bien ¿Dónde tengo que sacar el carné?-dijo resignada al recordar su conversación con kushina.
-debes ir donde la directora, ella debe aprobar tu presencia en este lugar…
-¿pero qué es esto? ¿Una cárcel?-reclamó
-es por seguridad.
-por eso lo digo…Piojo-respondió la pelirrosa. La niña ya se había ganado un apodo de por vida.
-no me llames así. Mi nombre es Moegi, te lo dije hace días-reprochó la muchacha de negros orbes y castaños cabellos. Sakura solo se agachó a su altura y la observó en son burlón pero molesto.
-pues no me acuerdo y será mejor que te acostumbres a tu nuevo nombre porque no planeo llamarte de otra forma…o tal vez si…”piojo fastidioso” ó “pulga molesta” ¿cuál te simpatiza más?
-¡ninguno de los dos!-protestó Moegi cruzándose de brazos e inflando los cachetes. Haruno levantó la mirada y colocó un dedo sobre sus labios.
-como quieras. Tú no estás dispuesta a cooperar, tendré que elegirlo yo misma. A ver cuál te calza mejor.
-no quiero que me pongas sobrenombres. Frentona.
-Es todo, pulga fastidiosa ¡No te librarás de esta! Ahora iré con Tsunade-sama para solucionar el problema del carné. Pero luego ya verás.
-¿y qué piensas hacer?-preguntó desafiante.
-ya idearé algo.
Perfecto. Tal como lo predijo: no tenía ni cinco minutos de haber llegado a su nuevo colegio y ya se había ganado una enemiga cuatro años menor que ella. No quería ni imaginar que sería con sus compañeros de salón.
La chica atravesó dificultosamente el vestíbulo del establecimiento. Estaba tan furiosa que dentro de su mente maldecía a quien se cruzase en su camino rumbo a la dirección.
Sakura tocó la puerta con fuerza. Estaba casi segura que el ruido que hacia la gente afuera no dejaría a la rectora escuchar bien y no se equivocó. Golpeó, y no pasó nada. Nuevamente golpeó más fuerte y por fin la figura familiar de Tsunade Senju se hizo presente.
-Oh, Sakura eres tú. No te esperaba tan pronto-comentó la autoridad recargándose en el marco de la puerta.
-¿A qué se refiere?
-Sé que eres una chica problema. Pero te advierto. Al primer inconveniente; castigada, al segundo; expulsada, al tercero; exiliada definitivamente ¿quedó claro?-advirtió señalando a Sakura con el dedo acusador. La aludida frunció las cejas.
-gracias por el ultimátum. Pero creo que no tengo algún problema fuera de lo común, supongo…
-¿Qué quieres?
-no me quisieron dejar entrar por no tener carné estudiantil.
-¿el carné estudiantil? Vaya tontería…-opinó Tsunade.
-eso pensé yo.
-no me refiero a eso. Puedes entrar tranquila, le avisaré a Jiraiya y a Moegi para que te dejen pasar. Haré traer al fotógrafo oficial mañana, por la mañana…tendrás tu carné para la próxima semana.
-¿Jiraiya?
-sí, así se llama el conserje.
-Que extraño nombre…
-si, como digas. Ahora vete a clase. Creo que ya sonó la campana.
-¿no habrá ceremonia de inauguración?-preguntó extrañada. A lo que Tsunade le respondió con rudeza para luego cerrarle la puerta.
-esto no es un parque nacional. Ahora vete a clases ¡y no me des problemas!
-que idiotez tener que venir a un lugar en donde te tratan como si fueras un perro callejero…hasta ellos reciben mejor trato que los alumnos en este colegio. Ganas no me faltan de mandar todo al diablo y largarme de aquí-refunfuñaba para sí mientras caminaba hacia la secretaría para averiguar a qué salón tendría que ir. La situación se volvía cada vez más estresante y Sakura tenía un carácter que no soportaba lo suficientemente necesario como para salir adelante en sucesos de tal magnitud.
“tienes que calmarte…se lo prometiste a Kushina…”
Pero ¿Por qué pensaba en kushina en ese momento? Tal vez era… ¿culpa? La culpa de que por ella tuvieron que cambiarse hasta de ciudad para poder subsistir y garantizar un mejor futuro para ella. Si, era eso. En cierta manera Sakura se sentía en deuda con Uzumaki Kushina, por privarse de tantas cosas, de toda una vida por delante por el bien de ella.
Se sentía tan egoísta, pero a la vez ya había aceptado que el egoísmo era parte importante de su personalidad y nada, absolutamente nada iba a cambiar eso.
Todos los estudiantes ya estaban dentro del edificio. No quedaba alguno fuera, solo sus padres que curioseaban por encima de los barrotes del portón.
Cada alumno ya sabía a dónde dirigirse y la gran mayoría se encontraba dentro de su salón. A excepción de unos cuantos, entre ellos Sakura, de diferentes niveles que también eran nuevos y a cambio de eso, hacían fila en la secretaría para obtener información de hacia donde debían dirigirse.
Al fin le tocó el turno a la neurótica pelirrosa, esta solo masajeaba sus sienes para intentar calmar su creciente dolor de cabeza.
La atendió una joven de ojos negros al igual que su cabello corto. Estaba algo contrariada con tanto trabajo que tenía esa mañana y a pesar de eso la saludó sonriente.
-buenos días, jovencita ¿es nueva? Debe serlo…su rostro no me es familiar y si lo hubiera visto antes de seguro la habría reconocido, ese cabello rosado es difícil de olvidar, yo me llamo Shizune, a sus ordenes ¿su nombre, por favor?-la chica era agradable pero hablaba mucho para el gusto de Sakura.
-Sakura Haruno.
-muy bien, señorita Haruno-repitió mientras tecleaba rápidamente en el ordenador que tenía en frente-la base de datos señala que usted va a 2° de preparatoria…salón “2 C”…vaya escaleras arriba y encontrará un pasillo en el segundo piso, tercer salón hacia su derecha.
-Mm…gracias.
-tenga buen día, siguiente…
Sakura, resignada a vivir un calvario subió las escaleras con lentitud. A esa hora absolutamente todo el alumnado ya estaba recibiendo clase o presentándose. Era el primer día.
-tercer salón a la derecha…-buscó con la mirada hasta que pudo divisar un letrero que decía “2° C” al costado de una angosta puerta-algo me dice que este salón será el escenario de cosas... ¿nuevas? En mi vida… ¿se lo podrá llamar así? Mi corazonada es abstracta y ambigua…
Se encaminó y recorrió los metros que la separaban de su destino, en el trayecto se sentía aturdida y desorientada ¿acaso era timidez? Lo último que la faltaba…
-hola-dijo secamente al verse, sin darse cuenta de cómo había llegado, estaba en la entrada esperando alguna reacción por parte de sus compañeros o del profesor…pudo notar que antes de que ella llegara, todos estaban enfrascados en libros y por poco no caen en cuenta de su presencia-¿puedo pasar?-preguntó con cortesía, resultaba tan raro para sí misma oírse de esa forma.
El maestro que estaba recargado en el escritorio con un libro de texto doblado por la mitad la invitó a pararse en frente de todos para la debida presentación. Los alumnos despegaron los ojos de su material de lectura para prestar absoluta atención a la muchacha nueva. Sakura dejó los complejos atrás y se dio a conocer como solo ella sabía hacerlo.
-Mi nombre es Sakura Haruno y vine aquí, no en busca de amigos ni de una vida social satisfactoria. Simplemente quiero culminar mi secundaria de una buena vez.
El maestro levantó una ceja algo perturbado por la particular presentación de su novata alumna, se separó del escritorio y respondió con una bienvenida un poco interesante también.
-bien, te invito a tomar asiento en la banca vacía de atrás y a sacar tu libro de lenguas de tu maletín. En vista de que quieres salir de la secundaria, te recomiendo que pongas, más que sea, un poco de tu empeño para que tus compañeros tengan algo bueno que recordar de ti ya que no quieres hacer amigos. Mi nombre es Sasuke Uchiha, profesor de literatura. Si tienes la amabilidad de acceder a mi invitación para poder proseguir con mi clase.
El resto de los estudiantes se sumergió en un prolongado silencio, en sus años con el Uchiha habían aprendido que no toleraba a la gente impertinente y la tal Haruno era un vivo ejemplo de esa detestable cualidad.
-reanudemos-continuó el maestro cuando Sakura se hubo sentado en el puesto que se le asignó-este año el tema a tratar será la poesía, como la máxima expresión del sentimiento humano. Comencemos con una lluvia de ideas… ¿Qué es para ustedes la poesía?
Algunos chicos levantaron la mano y Sasuke escogió a uno de ellos para que opinara primero
-Para mí, la poesía es describir situaciones usando la belleza del lenguaje
-se acerca mucho, Kiba, pero no es eso exactamente. Mm… ¿Ino?
-la poesía son los textos bonitos que usan los chicos para enamorar a las chicas-respondió la rubia con un aire soñador. Sasuke siguió preguntando, indagando hasta hallar una respuesta concreta de entre sus estudiantes.
-¿la poesía se come?
-no, Chouji… ¿Nara?
-En ella hay muchas palabras difíciles de entender…yo diría que es problemática
-No, no y no… ¿Hinata?-la aludida levantó tímidamente la mirada y con una leve voz respondió algo que parecía ser tan obvio.
-la poesía es el arte de expresar los más íntimos sentimientos a través del lenguaje
Sasuke, por lo general, siempre trataba de sacar las peores respuestas de sus alumnos no tan prometedores; y al final, luego de tantas idioteces dichas, encontrar la respuesta correcta de uno de sus estudiantes más aplicados. En este caso, Hinata.
-Perfecto. La poesía es un género literario, en el cual lo fundamental es la expresión, que puede ser por ejemplo: de sentimientos, sensaciones, pensamientos, o sucesos, intentando la conmoción en el lector, y utilizando recursos, un vocabulario rico, métrica, y en algunos casos rima.
A todo esto, Sakura dormitaba en su asiento. La clase no le estaba resultando lo suficientemente interesante como para mantenerla concentrada, solo miraba a su alrededor, a sus nuevos compañeros, cuya ignorancia servía de herramienta para poner en marcha el extraño estilo de enseñanza del profesor.
“ineptos”
-¿Qué es “métrica”?-Inquirió Kiba. Intentando, como siempre, ser el alumno más interesado en aprender; o por lo menos parecerlo.
-ritmo
-Pero los poemas no tienen ritmo, la música si lo tiene-comentó Ino, como si quisiera llevarse el premio a la respuesta menos acertada cada vez y siempre. Sasuke suspiró y respondió algo irritado.
-claro que tiene ritmo, eso también depende de la rima y la interpretación. Precisamente por eso se dice que la poesía tiene musicalidad; por el ritmo, la métrica ¿Cuándo has escuchado una canción cuyos versos tengan distinta duración y el cantante cambie el número de sílabas de manera inapropiada dañando así toda la composición musical? A eso se refiere la métrica…-de repente, Sasuke reparó que una de sus estudiantes yacía recargada pesadamente sobre su asiento.
-¡Haruno!-Sakura se incorporó de sobresalto y encontró la mirada molesta del profesor y la acusadora de sus compañeros.
-Haruno, si le parece aburrida mi clase tal vez sea porque aún no se ha integrado debidamente al grupo y está algo retraída ¿no es así?-ella, somnolienta, balanceó la cabeza afirmativamente-de ser ese el caso, permítame ayudarla a integrarse. Abra su libro en la página once y recíteme el poema que está escrito ahí…y no olvide tomar en cuenta todos los factores que he mencionado con anterioridad. Comience.
La chica tomó su libro con torpeza y procedió a buscar la página indicada. Leer un poema, no debe de ser difícil…es decir solo tengo que leerlo, pensaba. Trataba de auto consolarse, pues se sentía humillada y usada para demostrar al resto que no era aconsejable dormirse en clases de Uchiha-sensei, así que para terminar más rápido la tortura, optó por comenzar a leer el estúpido poema.
-QUEJAS
Y amarle pude……al sol de la existencia
Se abría apenas soñadora el alma……
Perdió mi pobre corazón su calma
Desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oído
Como música blanda y deliciosa;
Subió a mi rostro el tinte de la rosa,
Como la hoja en el árbol vacilé
Su imagen en el sueño me acosaba
Siempre halagüeña, siempre enamorada;
Mil veces sorprendiste, madre amada,
En mi boca un suspiro abrasador;
Y era él quien lo arrancaba de mi pecho,
Él, la fascinación de mis sentidos;
Él, ideal de mis sueños más queridos,
Él, mi primero, mi ferviente amor.
Sin él, para mí, el campo placentero
En vez de flores me obsequiaba abrojos,
Sin él eran sombríos a mis ojos
Del sol los rayos en el mes de abril
Vivía de su vida aprisionada;
Era al centro de mi alma el amor suyo,
Era mi inspiración, era mi orgullo…
¿Por qué tan presto me olvidaba el vil?
No es mío ya su amor, que a otra prefiere,
Sus caricias son frías como el hielo.
Es mentira su fe, finge desvelo…
Más, no me engañará con su ficción…
Y amarle pude delirante, loca
No, mi altivez no sufre su maltrato;
Y si a olvidar no alcanzas al ingrato
Te arrancaré del pecho, corazón.
…
-¿terminó, Haruno?-preguntó indiferente desde su escritorio. Sakura guardó silencio otorgando una respuesta afirmativa-si la autora no se hubiera suicidado, estaría llorando la mala interpretación que usted le acaba de dar al texto que salió directamente de su alma. Nada de musicalidad, no tomó en cuenta signos de admiración, ni siquiera tuvo buena vocalización…será un largo semestre. Tome asiento, señorita Haruno, no vuelva a dormirse en mi clase y le sugiero que en ninguna otra.
Sakura se sentó algo alejada de la realidad, ahora se encontraba inmersa en sus pensamientos una vez más, pero en esta ocasión trataba exclusivamente del Uchiha.
-bien, el poema anterior hace referencia al movimiento cultural llamado Romanticismo, tuvo sus primeras manifestaciones en Alemania a finales del siglo XVIII y se extiende a toda Europa y América…-Sasuke prosiguió con sus explicaciones dejando atrás el asunto de la siesta de Haruno.
Ese profesor era tan irritante que le provocó gritarle sus cuatro verdades. Sakura recordó los comentarios de Moegi acerca de él y le pareció increíble que una persona como esa logre ganarse el amor de sus estudiantes y no precisamente el amor que se le tiene a un maestro. Además ¿Qué tenía de especial? No era ni muy bajo ni muy alto, ni muy viejo ni muy joven. Su piel era blanca como la de todos los demás y su cabello completamente negro al igual que sus ojos (nada más ordinario) y usaba-como toda persona normal-una camisa manga larga, pantalones lisos que seguramente se los planchaba su madre y una voz grave como la de cualquier hombre. Enseñaba poesía en una institución que no le hacía mucha gracia y finalmente había comenzado por tratarla mal. Qué clase de imagen tendría Sakura de él.
“inmundo Sasuke”
Kushina es tan valiente y buena...y paciente...yo en su lugar ya hubiera arrojado a sakura desde un 5º piso xD.
Pero bueno ya di a conocer algunas de las razones porque las que la Uzumaki está dispuesta a soportar tanto "castigo" -por así decirlo-pero para aclarar la situación tendrán que esperar a las contis ^.^ para conocer...el secreto que guarda con tanto recelo y lo atesora...en su cabello XD...SAKURA ERES CRUEL!.
Bien...en cuanto al sasusaku...todavía no...Por el momento se odian ^^U bueno, saku a él…sasu neutro neutro...aun jojo... en fin, considero que mientras más lo esperen, mas lo valorarán cuando aparezca. Se los aseguro =.)
Checken esto:
“-no me refiero a eso. Puedes entrar tranquila, le avisaré a Jiraiya y a Moegi para que te dejen pasar. Haré traer al fotógrafo oficial mañana, por la mañana…tendrás tu carné para la próxima semana.
-¿Jiraiya?
-si, así se llama el conserje.”
(N/A: ¡aja! ¡Apuesto a que no lo vieron venir! >:D)
XD
Tengo planeada una historia larga...jejeje para que sea recordada, por lo mismo trato de narrar lo mejor que puedo, pero a veces se me pasan algunas cosas...así que perdón por los errores...me avergüenza tenerlos a pesar de ser un ratón de biblioteca empedernido....¡tengo 17 años! Y las distracciones son muchas...sé q no es una excusa valedera pero no les voy a mentir:
Siempre he sido una persona muy volada...
NO PIENSEN MAL!
XD
lo que pasa es que me distraigo y despisto por la mosca que vuela y mi mente divaga mucho...justo ahora me acabo de desconcentrar en el color de la notita en la que estoy escribiendo...es rosado *.*
mmm…perdón si los aburrí con la parte en la que redacté toda la clase de Sasuke XD es que tenia apenas tres mil y algo de palabras y tenia que llegar a las cuatro mil, así que tuve que colocar escenas de relleno jjuju
En fin...me despido ^.^ espero sus comentarios y críticas constructivas
Ah! y que les haya gustado el capi ¿no? ^^U
chauu =.)
tela-chan- Nuevo
- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 19/12/2010
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
jajajajajaja XDD "Inmundo Sasuke"
Dios! que loca esta Sakura, ella no es así, bueno se puso toda emo
porque notiene a su Mamá, creo yo -.-, pero tiene a su mártir(Kushina), y tiene al conserje
el hombre raro de Jiraya.
jajaja me gusta el fic, felicitaciones y comprendo eso de las distracciones
yo no he terminado 3 fisc, por estar distraida XD
Cuidate, bye
Dios! que loca esta Sakura, ella no es así, bueno se puso toda emo
porque notiene a su Mamá, creo yo -.-, pero tiene a su mártir(Kushina), y tiene al conserje
el hombre raro de Jiraya.
jajaja me gusta el fic, felicitaciones y comprendo eso de las distracciones
yo no he terminado 3 fisc, por estar distraida XD
Cuidate, bye
Lady pink cherry- Fan
- Mensajes : 126
Fecha de inscripción : 16/12/2010
Edad : 30
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Tela-chan me encanto
la conti
la verdad es que no sabía
que era la métrica seguro que
en este fic aprendere algo mas que tamoco sepa XD
leere SasuSaku y aprendere .
Yo tambien abria tirado a Saku de un 5º piso, ya que tengo
la mas minima paciencia (solo tengo pacienzia con los fics y dibujos)
anda que chouji se come de todo se intentaba comer la poesia XD.
estaría escribiendo este comentario una hora si pudiese pero no puedo
(no se porque pero no puedo XD)
espero la conti con ansias
la conti
la verdad es que no sabía
que era la métrica seguro que
en este fic aprendere algo mas que tamoco sepa XD
leere SasuSaku y aprendere .
Yo tambien abria tirado a Saku de un 5º piso, ya que tengo
la mas minima paciencia (solo tengo pacienzia con los fics y dibujos)
anda que chouji se come de todo se intentaba comer la poesia XD.
estaría escribiendo este comentario una hora si pudiese pero no puedo
(no se porque pero no puedo XD)
espero la conti con ansias
haru_san- Administradora
- Mensajes : 1279
Fecha de inscripción : 05/12/2010
Edad : 26
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Holis!
Aquí reportándome con un nuevo capítulo de mi fic. Espero que les guste.
Esta semana no lo pude continuar, tenía clases en el cole y me mandaban deberes -.- espero esta semana poder hacer =)
Bueno, el capi :D
- Spoiler:
CAPITULO III: Compañeros
Su primera experiencia en el colegio nuevo no fue precisamente agradable, había comenzado con el pie izquierdo y no encontraba razón alguna como para seguir soportando aquello. Ahora era el centro de miradas indistintas por parte de sus compañeros, quienes también se habían llevado una impresión poco grata de ella, pero aún así, la conocida chica rubia intentó hacer buenas migas con Sakura. Tenía que hacerlo, pues se sentaba a su lado.
-Oye, tú eres la del otro día-comentó inclinándose un poco a su derecha; donde se encontraba Sakura, que recogía su libro de literatura cuando hubo terminada la hora clase de Sasuke-te recomiendo que si vas a actuar de una manera poco adecuada, lo hagas en la clandestinidad porque podrías meterte en graves problemas.
Sakura la observó de reojo por unos segundos mientras en su mente le preguntaba a la chica si no tenía nada más importante que hacer aparte de interesarse por su forma de comportarse, pero lo que menos deseaba ahora era hacerse de más enemigos. Sería contraproducente, el tiempo que pasaría en ese lugar se vería mas prolongado si no trataba de actuar de una manera decente con sus compañeros. Tal vez aceptaría el consejo de la rubia hilarante y guardaría los pensamientos malintencionados para sí, sin salir de su boca, tal como lo había dejado de hacer mucho tiempo ha.
-Gracias…-contestó finalmente-…pero no creo que una compañera que me incita a corromper las reglas en la clandestinidad sea buena influencia-continuó con un aire desafiante.
-solo digamos que se mucho acerca de la materia…-dijo Ino, tratando disimuladamente de esquivar cualquier otra explicación acerca de su inusual consejo de “amiga” e inmediatamente de reacomodó en su banca con tal de alejarse de Sakura. Tal vez le reveló algo inapropiado a la persona inapropiada.
Por otro lado, Sakura se dio cuenta que no era la única en ese salón en cuya personalidad aparecía el rasgo “malo” y en ese momento presintió una química entre ellas, demasiado fuerte, pero también, demasiado peligrosa para sus planes de “comportarse de una manera decente”. Prefirió irse por el lado fuerte y pensó que podían llegar a ser amigas.
“no ha sido un día tan desesperante después de todo”
En conclusión, transcurrieron dos horas más antes de que se les permitiera salir a receso, en las cuales habían pasado otros profesores por el aula que no fueron muy relevantes. Un tal Iruka inició su período escolar hablando de inecuaciones y otras cosas aburridas ¿Acaso en esa secundaria no respetaban siquiera que fuera el primer día de clases? El clima se estaba volviendo demasiado tedioso como para tener la predisposición necesaria y trabajar.
Sakura abandonó el salón y acudió al patio a pasar el receso. Si que lo pasaría en grande, ella era una persona solitaria y disfrutaba de la soledad. Pero todo tiene sus límites y ella lo sabía.
Durante las clases se había dado cuenta de que sus compañeros no resultaron tan simplones como ella lo predijo, cada uno tenía una particularidad y eran más o menos participativos. La capacidad receptiva de Sakura le permito aprender los nombres y rasgos más sobresalientes de algunos:
Estaba el chico Kiba Inuzuka, no era nada conformista y siempre trataba de parecer más inquisitivo que el resto de sus compañeros. Un poco reservado pero no lo suficiente como para dejar de dar rienda suelta a su intransigente personalidad.
También estaba la chica Hinata Hyuga, había demostrado ser extremadamente tímida pero muy inteligente. Casi no participaba de las llamadas “lluvias de ideas” pero cuando intervenía si que se hacía sentir por sus acertadas respuestas.
El tal Chouji que solo pensaba en comida. Nara, que irradiaba exagerado desgano hasta el punto de contagiar de su tedio a quien se le sentase cerca. También, en un rincón, se hallaba un chico que no sabía su nombre pero era extremadamente misterioso, no hablaba en lo absoluto y sus ojos no tenían brillo alguno. Era pelirrojo y cada vez que lo veía se acordaba de kushina.
Y no podía faltar la chica rubia que daba indicios de ser una rebelde de armario, Ino Yamanaka era extrovertida pero tal parece que esconde un lado oscuro que inquietaba mucho a Sakura.
De repente, la susodicha se acercó a la Haruno. Sakura estaba sentada al borde del pasillo de la planta baja, desde ahí podía observar al resto de los estudiantes llevando a cabo sus vidas, conversando con antiguas amistades, jugando y otros golpeándose por diversión. El sándwich que le preparó Kushina aquella mañana ya estaba duro y seco, o por lo menos así le sabía a ella.
-Hola, Sakura.
Lo que no entendía era por qué la trataba de una forma tan familiar. Sakura dio un último mordisco al sándwich y contestó al saludo sin despegar la mirada de los adolescentes en el patio.
-Hola...
-te estaba buscando-Sakura asintió con un gesto estoico y al fin le devolvió la mirada.
-¿Para qué?-Ino tomó asiento a su lado
-Quería conversar contigo
-yo también quería hablar contigo…pero empieza tu primero-Contestó. Sakura tenía más curiosidad de saber lo que Ino iba decir que el asunto mismo que ella quería preguntar.
-Está por demás decirte que quiero trabar una amistad contigo-musitó la chica. Sakura creyó haber oído mal y la miró sorprendida por unos instantes en espera de una respuesta.
-¿Qué?
-¡No me contestes con otra pregunta!-estalló Haruno
-Tu haces lo mismo-devolvió Ino-y no seas impetuosa
-¿Por qué habría de no ser impetuosa?
Ino, a pesar de ser extrovertida, a pesar de dar siempre malas respuestas en clases, a pesar de no parecer muy inteligente, era centrada y objetiva. Recién la había conocido y ya quería ser su amiga, tratando de darles consejos de cómo comportarse aparentemente bien ante los demás.
-Porque no te conviene serlo-respondió finalmente-si de verdad quieres actuar como se que tienes ganas de hacerlo, Deberías no ser tan obvia para que no te descubran y salir ilesa de todas tus responsabilidades.
-¿Insinúas que cometeré maldades y luego me descubrirán?-preguntó una exaltada Sakura, producto de la ofuscación que sentía por todo lo que le estaba diciendo su apenas conocida compañera de clase.
-no solo lo insinúo, eso realmente pasará si no tienes cuidado
Entonces Sakura recordó la advertencia que le hizo Tsunade Senju esa mañana y las miles de cosas que le hizo prometer Kushina. No era nada conveniente dejar que eso le pasase. Ella no quería tener problemas en el colegio nuevo, pero tampoco quería reprimir su “espíritu destructor” así que hizo lo que le pareció más razonable sin antes sentir que pisaba terreno peligroso.
-Ino ¿Qué quieres exactamente de mí? Ni siquiera te conozco bien…
-Porque ya se como eres, y tienes justamente el perfil de la clase de amiga que siempre quise tener.
-No te entiendo.
-Te explico. En aquel salón, solo soy una compañera más…nadie se puede llamar amigo mío porque ninguno me conoce realmente. Nadie es como yo…pero tú sí.
-¿Y qué supones que tenemos en común?-Preguntó Sakura; aunque ya supiera la respuesta.
-Somos personas inconformes con el mundo que nos rodea-Sakura asintió. Esperaba que lo expresara de otra manera-pero como el mundo no cumple con nuestras exigencias, nos vamos en contra de él y todo cuanto lo conforma…
-Ino…admito que me inquietó mucho tu actitud en clases esta mañana, pero tu ofrecimiento de amistad se está tornando algo siniestra…-Ino sacudió la cabeza.
-¿Acaso no lo entiendes? Acabas de llegar y no tienes a nadie en esta secundaria; yo he estado sola todos estos años y tenemos al inconformismo como rasgo en común. Nos necesitamos la una a la otra y lo sabes. Se que no quieres tener problemas pero te prometo que no los tendrás si aprendes a actuar con cautela al igual que yo-propuso la joven mientras clavaba los ojos en su interlocutora.
-¿Qué propones?
-Que me acompañes siempre. Y no te arrepentirás.
-Está bien
Sakura estaba consciente de que todo estaba ocurriendo con tal rapidez que resultaba algo arriesgado y tenía mucho que perder.
Si. Lo sabía
Pero no se iba a pasar lo que restaba de su vida estudiantil evadiendo a la rubia que lo único que quería era la amistad entre dos chicas “malas”. Tal vez para no sentirse sola en aquel mundo que no la comprendía. Comenzaba a pensar que Ino tenía razón; Estaba inconforme con el mundo y necesitaba compartir con alguien aquella inconformidad.
-Supongo que contigo puedo ser yo misma.
Y le ofreció un poco de su sándwich.
He aquí el meollo del asunto. Ambas mostraban apenas una cara de toda su personalidad; El modo defensivo. Por esto siempre reclamaban, siempre respondían con Ímpetu y nunca demostraban sentimientos de tristeza o amor. Su forma de vida les impedía actuar de una manera diferente pues las había amoldado para que todo su comportamiento se resuma en una sola palabra: Rebeldía. Pero estando juntas no habría necesidad de mostrar aquella máscara; porque se entendían mutuamente y por lo tanto, no podían juzgarse.
-Sakura, perdón si soné cursi en algún punto de la conversación. Sé que eso no te agrada-se disculpó Yamanaka mientras terminaba de tomar asiento a lado de Sakura, puesto que durante el diálogo permaneció medio parada.
-no te preocupes-respondió una serena Sakura-Era necesario.
Que forma más extraña de trabar una amistad con alguien, pensó Sakura. Se sentía afortunada. Había logrado lo que algunas personas “normales” no lograban hacer en meses, incluso años de amistad; sincerarse completamente. Creyó que solo podían hacerlo aquellos cuyo amigo tenía las mismas cualidades del otro a tal magnitud como las tenían Ino y ella. Aunque las cualidades en común son de doble filo, tienen la capacidad tanto de unir como de separar a las personas.
Muchas veces, a lo largo de su vida había tenido que desertar de la amistad porque las mismas cualidades en común se habían vuelto contra ella, el poco afecto se convertía en recelo y poco después; en odio. Pero todo indicaba que este no era el caso y las tales “cualidades en común” unirían en vez de desunir.
Entonces, Sakura se dio cuenta de que Ino no era extrovertida; que solo fingía serlo, que no daba respuestas acertadas en clases no porque no fuera muy inteligente; sino porque quería formar parte del entorno neutral que aparentemente la rodeaba.
-Sakura, ahora que ya no nos somos tan indiferentes te quiero preguntar algo…
-Pregunta-respondió la chica.
-¿Tienes novio?-Sakura la observó con la ceja arqueada por unos segundos ¿A dónde fue la chica autosuficiente de hace un rato? Hablaba de rebeldías y luego le preguntaba si tenía novio. Lo mismo había ocurrido cuando fue a ver los horarios. Rasgo descubierto: Ino es bipolar…
-No, no tengo…
-¿sabes? Un novio te ayuda a sentirte menos incomprendida. Es capaz de estar a tu lado cuando el resto del planeta te da la espalda-Ino trató de proseguir pero Sakura la interrumpió no muy de acuerdo con lo que estaba diciendo.
-Eso depende del novio. Puede ser alguien como el que describes, pero también cabe la posibilidad de que sea un bastardo que te ignore como todos los demás. Por eso nunca me interesó tener uno ¿tú tienes?-devolvió la pregunta
-No, pero quiero a alguien secretamente…
Sakura también se dio cuenta de que eran distintas, pero iguales; a su modo diferente de serlo y entendió –a su manera- lo que Kushina le había dicho días atrás.
-Te envidio-continúo Ino finalmente-Estas libre del amor
-No entiendo por qué habrías de envidiarme-respondió Sakura, algo aburrida por el tema de conversación.
-Cuando las personas como nosotras se enamoran…no siempre tenemos un final feliz
Al tocar la campana, Sakura ya había calmado su hambre y subía las escaleras acompañada de Ino Yamanaka quien caminaba en silencio a su lado para no incomodar más la situación. Mientras ellas acortaban el camino de subida, por las escaleras, descendía el ya odiado profesor de literatura cuyos ojos se clavaron en Haruno con cierto reproche por el roce ocurrido durante la clase de él. Sakura no le hizo mayor caso y desvió la mirada para que no se le amargase el día.
Una vez más corrió con la mala suerte de toparse con él.
Era otoño y las hojas secas de los árboles yacían pegadas a los vidrios de las ventanas traídas por el viento. No era una época apropiada para comenzar el ciclo escolar; el ambiente aportaba con cierta depresión y las cosas no iban muy bien. Pero los habitantes de aquella pequeña cuidad ya parecían haberse acostumbrado a esto y no le daban mayor importancia a las hojas secas pegadas a la ventana. Sakura reparó en esto cuando desvió su mirada y se encontró con un clima gris.
Recordó entonces, cierto día en Tokio, junto a su madre.
***
Ella barría las hojas muertas del umbral de la casa, pocos años antes de morir.
-Mami…-la llamó una infante Sakura, envuelta de pies a cabeza a causa del frío pues el invierno estaba muy próximo y no tenían el suficiente dinero como para comprar un calefactor.
Rápidamente, Sakurai dejó a un lado la escoba y fue en busca de su hija.
-¿Qué ocurre, amor?-Sakura no respondió. Caminó hacia el umbral y recogió la escoba que Sakurai había dejado arrimada contra la pared.
-Estas muy cansada, mami…-dijo la niña con ternura-Si quieres, duerme la siesta; yo termino de limpiar por ti, he jugado todo el día con la hojas que caen de los árboles y desordené la entrada-
La madre le acarició el cabello y suspiró aliviada.
-Saku, dejaré que limpies hoy, pero solo porque no me siento bien…-la mujer se encaminó al interior de la casa pero su hija la detuvo.
-¿Mami, estás enferma?-preguntó con preocupación. Sakurai se volteó y le mostró una cálida sonrisa que contrastaba con el clima frío.
-No le des importancia, debe ser algo normal por la baja temperatura… ¡Achís!-intentó estornudar para tranquilizar a su hija, pero salió tan artificial que ambas rieron.
Sakura, con siete años de edad, sabía muy bien lo que era estar enfermo. Era una niña muy sensible a alergias e intolerancias, pero supo sobrellevarlo porque su madre solía pasar noches enteras en vela cuidándola en el lecho y ella quería recompensarla por todo aquello. Esta situación se repetía tan seguido hasta el punto en que ninguna de las dos deseaba dormir con la soledad como compañera, así que dormían abrazadas en la misma cama, acurrucadas la una en la otra. La habitación de Sakura había pasado a ser un cuarto deshabitado que acordaron convertirlo en una especie de segunda sala solo para ambas. Allí jugaban o armaban rompecabezas juntas, solo las dos.
De su padre, Sakura nunca supo información. Cada vez que preguntaba algo relacionado con el tema Sakurai desviaba la conversación por asuntos completamente banales; como que no tenían ahorrado el suficiente dinero como para comprar un aire acondicionado en verano o un calefactor para el invierno. No sabía si su progenitor estaba vivo o muerto. Una vez, hojeando una revista de su madre, encontró un artículo acerca de la clonación que sugería que era posible reproducir la copia exacta de una persona a partir de una sola parte del cuerpo, llegó a pensar que ella era al clon de alguien, los clones no tenían padres y eso explicaría muchas cosas. Posteriormente le preguntó a Sakurai si ella era el producto de una clonación y solo ganó que su madre riera prolongadamente para que al final, no llegar a ningún lado con aquel diálogo. No sabía si era un clon o si a su padre se lo había tragado la tierra.
Esa fue solo una de las grandes preguntas que su madre nunca se animaba a contestarle. Como la vez que trató de inquirir sobre la proveniencia de los bebés o saber por qué los compañeros de su escuela eran físicamente distintos a ella. “Los misterios de los grandes” se decía, “Esperaré crecer para encontrar una respuesta”.
***
Parecía increíble que solo una simple hoja seca de otoño podría traerle tantos recuerdos juntos a la cabeza. Parecía fuera de contexto recordar algo así mientras ascendía las escaleras junto a una compañera que escondía un espíritu malo, muy distinto al de su madre, en una institución que no prometía nada bueno. A veces se preguntaba en qué punto de su vida ella había dejado que su destino se transformase tanto.
-¿Te has preguntado alguna vez cuántas personas habrán subido y bajado por estas escaleras a lo largo de todos los años?-preguntó Ino de repente. Sakura frunció el entrecejo, la pregunta la había tomado por sorpresa.
-…no...
-Pues yo acabo de preguntármelo-continuó la rubia con inocencia un poco trabajada.
-yo creo que cientos...miles de ellas-respondió desinteresada ¿A quién demonios le importaba saber cuanta gente circuló por esas inmundas escaleras?
A fin de cuentas Ino no se parecía tanto a ella. Era un poquito más infantil.
-Llegamos al salón.
La hoja de otoño, le escoba, Sakurai, su perdido padre e Ino habían logrado que aquel ascenso resultara irremediablemente eterno.
Al inmenso cuarto al que solían llamar “Salón”, repleto de bancas, con una gran ventana en la pared de fondo, con un pizarrón acrílico-suerte para ella que era alérgica a la tiza-en frente y un escritorio extremo a la puerta de entrada que tenía un gran letrero de “Bienvenida” estaba lleno de alumnos, unos ya conocidos y otros que no había visto antes, entre ellos se hallaba una chica rubia de cuatro coletas con un halo de confianza y otro chico de cabello castaño oscuro, que al igual que la otra chica, parecía muy seguro de si mismo. Ambos acompañaban al tal Gaara en la banca del rincón y conversaban entre ellos a diferencia del pelirrojo que, como siempre, se encontraba sumergido en sus pensamientos. Estos otros alumnos parecían mayores al resto de los estudiantes, debían de estar en un nivel superior y por lo tanto ese no era su salón pero a nadie parecía importarle.
La rubia de mayor edad se aproximó a ella apenas advirtió su presencia.
-Tu debes ser la nueva…no te había visto antes por aquí-Sakura ya comenzaba a hartarse de que le llamasen solo como “la nueva” tenía ganas de gritarle a todo el mundo que su nombre no era “la nueva” era Sakura Haruno. Pero, una vez más, recordó la conversación con Ino y asintió pacíficamente.
-Mi nombre es Temari, mucho gusto-Sakura miró a Ino de reojo y esta movió la cabeza afirmativamente.
-Sakura Haruno-la chica le sonrió.
-Él es Kankuro-señaló hacia el otro muchacho que no había acudido a saludarla-somos los hermanos mayores de Gaara; estamos en 3° B.
“No pedí la historia de sus vidas” pensó Sakura. Tuvo deseos de responder con un “¿y?” pero recordó la lección número uno de Ino: No ser impetuosa
-Ah…que bien-contestó algo insegura de lo que estaba diciendo. La campana sonó una vez más y las visitas se pusieron un poco alteradas por el retraso.
-Lo siento-dijo Temari mientras se alejaba en busca de su hermano-nos toca clase; ahora deberíamos estar en otro salón.
Temari tomó de la mano a Kankuro y huyeron raudos a su curso, dejando al chico sombrío nuevamente en su soledad.
Sakura se dirigió a su banca junto a la de Ino y volvió a recargar el rostro sobre su mano derecha en señal de aburrimiento
Al rato llegó otro profesor. A diferencia del tal Sasuke, este era menos blanco y rubio, tenía tres franjas a lo ancho de cada mejilla y un aura jocosa lo envolvía-eso sí que era inusual, no como el Uchiha-aunque tampoco llamara su atención, le pareció menos insoportable que el maestro de literatura. Sakura hojeó su horario y vio el nombre de la asignatura que tendrían a continuación con el chico que parecía de la misma edad que el otro, pero al mismo tiempo parecía menor por el aire infantil que irradiaba: Desarrollo del Pensamiento.
-hola, para los que no me conocen y para que no me conocen, también. Mi nombre es Naruto Uzumaki.
Aww! Este capítulo en lo personal me ha gustado más que los otros, tiene un no se qué que qué se yo que lo hace hermoso ante mis ojos, no se a los de ustedes jeje.
Tal vez porque aquí trato de definir personalidades, no quiero dar a entender que Sakura es una persona vacía que no tiene nada que ofrecer. Yo pienso que personas como ella tienen tantas ideas que dar al mundo pero sus personalidades no las dejan. También he querido profundizar un poco su niñez y en lo diferente que era entonces, así nos sacamos un poco la imagen esa que tenemos de Sakura vil por aquí, Sakura vil por allá. Mostrar un poco lo que fue antes de…
¡Tengo en mente tantas cosas que es preciso anotarlas para que no se me olviden >w<!
Ya! Ya la anoté jeje
De verdad espero que les haya gustado mi capi tanto como a mi y que continúen leyendo mi historia porque les aseguro que valdrá la pena
Bye :)
tela-chan- Nuevo
- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 19/12/2010
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
owoooo tienes razon realmente te quedo hermoso es el mejor
de los capis de verdad
sigue haci y continua escribiendo tambien deveras XXDXD
de los capis de verdad
sigue haci y continua escribiendo tambien deveras XXDXD
sakura-chan-uchiha- NaruSaku
- Mensajes : 1612
Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 27
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Hola tela-chan
tienes razon este es el
mejor que has escrito de momento
a y no te preocupes por tardar con la conti
seguro que cuando mas tardas es cuando
mas bonito esta bueno espero la conti
con ansias
PD: No me acuerdo si te comente en mundo sasusaku (me llamo igual en mss)
pero ahora mirare y si no comente perdon
tienes razon este es el
mejor que has escrito de momento
a y no te preocupes por tardar con la conti
seguro que cuando mas tardas es cuando
mas bonito esta bueno espero la conti
con ansias
PD: No me acuerdo si te comente en mundo sasusaku (me llamo igual en mss)
pero ahora mirare y si no comente perdon
haru_san- Administradora
- Mensajes : 1279
Fecha de inscripción : 05/12/2010
Edad : 26
Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Gracias por comentarme en mi conti :D
Bueno, aquí el 4º Capìtulo, me costó terminarla porque tenía que estudiar para mis exámenes finales =.=
Disfrútenla ^^
- Spoiler:
- CAPITULO IV: Uzumaki-sensei
Un nuevo profesor, una nueva aventura. Pensó Sakura para sí. Este Naruto no parecía tan serio como el otro, es más, tenía cara de payaso. No tardó en darse cuenta que era algo tonto y cuestionarse el por qué daba ese tipo de asignatura. También reparó que Kiba se irritaba con su sola presencia.
-Hoy iniciaremos explorando un tema fácil y ya muy conocido por ustedes-indicó el profesor mientras hojeaba un libro en su escritorio-considerar los extremos.
-¿A qué se refiere con “los extremos”?-preguntó Kiba imitando la voz del maestro en las últimas dos palabras, lo cual provocó un leve murmullo entre los alumnos. Sakura creyó que Inuzuka se estaba portando lo suficientemente mal como para recibir un castigo antes que ella.
-Pensar en lo bueno y en lo malo; lo positivo y lo negativo; la ganancia y la pérdida; lo blanco o negro…-continuó sin dar importancia al chico de ojos gatos-Cada situación o decisión que afrontamos en nuestra vida tiene un lado claro y uno oscuro, nada es totalmente bueno o malo. Todo depende del ángulo desde donde lo miremos.
Kiba sonrió para sí, “tonto” susurró. Sakura ladeó la mirada hacia él y se preguntó el por qué de la guerra clandestina entre ambos, luego miró a Ino, ella parecía aburrida puesto que aquello sugería ser lo más normal del mundo.
No era una clase tediosa. No la había visto antes y la hacía pensar, poner sus neuronas en funcionamiento cada vez que Uzumaki-sensei exponía hechos y situaciones para buscar sus extremos.
-Mm… ¿Y si les quitaran la mitad de las asignaturas que ven ahora?-Preguntó Naruto. Ino levantó la mano por primera vez en toda la clase.
-Estaríamos menos presionados. El lado bueno
-Perfecto, pero todo tiene su precio. Ahora quiero el malo, Hinata-La chica se sonrojó aún más que con los otros profesores hasta el punto de tartamudear su respuesta.
-Eh…no lograríamos alcanzar…la plenitud acad…académica y tendríamos muchos…vacíos.
-Bien ¿Qué conclusión sacamos de todo esto?-preguntó el chico a sus estudiantes-Kiba volvió a susurrar cosas para sí “Si entre las clases que nos quiten estuviera esta, yo sería muy feliz” pero el Sensei lo escuchó.
-Joven Inuzuka, si usted dejara de recibir mi materia, quedaría preso en la mediocridad mental por el resto de sus días-le dijo, antes de arrear su rostro con una sonrisa para luego continuar-como les iba a mencionar nuevamente, cada cosa tiene su lado bueno y su lado malo y debemos pensar correctamente cuál es la variable de mayor peso de razón e importancia y según esto, tomar la decisión correcta. Las asignaturas menos provocarían una baja de presión y stress sobre el alumno, sí; pero también causaría un déficit en sus conocimientos y eso sería catastrófico para el nivel educativo de la institución. Precisamente por eso, en la junta de directivos que tuvo lugar a fines del verano, se descartó esta alternativa y optamos por continuar con las mismas asignaturas de siempre…incluida Desarrollo del Pensamiento-informó y, como si fuese dedicatoria, clavó los ojos en el Inuzuka, quien, junto al resto del salón, se desinfló porque vieron perderse una gran oportunidad de estudiar en menor cantidad. Habría sido mejor no saberlo nunca. Uzumaki-sensei se hacía querer cada vez menos.
Los treinta minutos restantes pasaron sin nada nuevo. Uzumaki se había enfrascado tanto en el tema de los extremos de una manera tan profunda que pareciera estar más inspirado que de costumbre por ser el primer día de clases y los oyentes comenzaban a cabecearse.
Cuando de repente, apareció por la puerta, esa persona cuya presencia solo provocaba nauseas en Sakura, o el sentimiento de mariposas en su estómago, pero no mariposas buenas, sino mariposas iracundas que chocaban furiosas las unas contra otras hasta caer muertas a estropear su organismo.
Uchiha Sasuke.
-Oye, Naruto-lo llamó desde la entrada. Uzumaki se volteó y saludó con inexplicable emoción.
-¡He, Teme! No te había visto en todo el día ¿Qué tal las vacaciones?
Sasuke frunció el entrecejo y respondió entre dientes con alteración.
-¡No me llames así frente de los alumnos! Que poco profesional eres-el aludido se acercó y habló quedo con un gesto de nerviosa comedia.
-lo siento, Uchiha-senpai… ¿Qué quieres?-preguntó más bajo aún.
-Tsunade-sama llama a una reunión en este momento-susurró. Naruto se sobresaltó.
-¿Ahora? ¡Pero estoy en medio de mi clase!-el moreno se irritó un poco más y los alumnos reprimieron algunas risas.
-¿Y a quién le importa? Tu solo acata las órdenes y listo.
-Pues dame razones de peso para obedecerlas
La discusión se elevaba de tono y los estudiantes guardaron silencio para escuchar mejor; ya estaban acostumbrados a ver al dúo dinámico de profesores pelear como niños, pero siempre era divertido oírlos reñir.
-Bien, hablaré en tu idioma-concluyó el Uchiha-Tsunade-sama es tu jefa, hasta allí estamos de acuerdo ¿no?-Naruto asintió con expectación- por lo tanto, si no cumples con sus órdenes tendrás como consecuencia, una rectora insatisfecha con tu rendimiento laboral y serás despedido; ese es el lado malo-se apoyó en el umbral de la puerta con notable indiferencia-la débil cosa buena será que por un corto tiempo harás lo que se te venga en gana. Tú decides. Iré a avisarles a los demás.
El güero maestro quedó solo en la entrada y unos instantes bastaron para que pudiera captar lo que acababa de escuchar. Iba a avisar a los chicos su huída con destino a la dirección pero Kiba levantó la mano para emitir un malicioso comentario.
-Sensei ¿Usted aplica su asignatura para la vida o es que cuando nos da clase solo lo hace de dientes para afuera?-Posteriormente soltó una carcajada, la misma que nadie acompañó.
La voz de autoridad ya se había apoderado nuevamente de la garganta del agraviado Sensei y le respondió con cierto deje de ironía.
-Gracias a sus intentos de destruirme, joven Inuzuka, todo su salón recibirá un castigo, el cual, no les resultará nada fácil terminar. Con permiso-Y dicho esto, abandonó el aula de clases.
Un silencio difícil de romper se apoderó del lugar. Las miradas se clavaban con reproche hacia el chico que había provocado todo eso. Esta vez no sería perdonado. Ino se levantó y caminó hacia la banca del chico de ojos gatos, propinando un fuerte golpe sobre su superficie.
-Kiba, no es la primera vez que nos pasa algo así a causa tuya, sabes, no quisiera golpearte pero me dejas pocas opciones porque necesito descargar sobre alguien toda la fura que me ataca en este momento-luego de esto, todos los alumnos, a excepción de Sakura dejaron salir un “Uhh...” de sus labios con la intensión de avivar la llama. La pelirrosa estaba algo confundida por la situación. Kiba miraba a la rubia con desdén y procedió a levantarse de su asiento para hacerle frente.
-No creas que te tengo miedo, Yamanaka-Bufó-No permitiré que me toques un solo cabello
-¿Ah sí? ¿Y qué piensas hacer para impedírmelo? ¿Acaso me golpearás?
-¡Tu eres la que intenta golpearme!
-¡Pero es menos ortodoxo que tú me golpees a mí!
Sakura comenzó a hartarse de la situación y se encaminó hacia su iracunda compañera mientras se cuestionaba la razón por la cual había puesto la confianza en ella sabiendo lo bipolar que es.
-Ino, no debes ser impetuosa-sugirió con una mezcla de preocupación y sarcasmo tomándola de los hombros desde atrás con el afán de calmar las circunstancias
-¡El es irritante!
-Esquivaré tus golpes de ser necesario-prosiguió el chico-Pero no dejaré de pensar que eres inconstante.
-¿A qué te refieres con eso?-inquirió Sakura, dirigiéndole por primera vez la palabra.
-En los años que llevo de conocerla, me he dado cuenta de que es algo rara…
Los compañeros que hasta ese momento habían formado un cerco humano en tono a ellos, comenzaron a disiparse ya que se dieron cuenta que no habría pelea. Hubiese sido una divertida forma de iniciar el año con un pleito entre estudiantes. Solo para variar un poco.
Ino se reincorporó e hizo un puchero.
-¡Por tu culpa siempre Uzumaki-sensei nos castiga!-chilló.
-Lo siento, no puedo evitarlo. Me molesta su persona, no la soporto-se defendió el muchacho. Luego Nara se le acercó y puso una mano sobre su hombro derecho.
-Gracias Kiba, por hacer un poco menos tediosa la clase del tonto ese. Los castigos que manda a veces ayudan a mejorar tu capacidad intelectual…pero me da mucha pereza hacerlo, así que por ese lado estoy algo disgustado contigo, amigo.
Inuzuka lo observó con recelo y volvió la mirada a Ino.
-Ahora tendré menos tiempo para comer-se quejó Chouji.
Sakura advirtió que el misterioso chico del rincón no se había inmutado ni un poco con los acontecimientos y por primera vez en mucho tiempo, sintió algo de miedo.
El ambiente en el salón comenzaba a volver a la normalidad; los compañeros se arrejuntaron en distintas partes y unieron bancas para aprovechar el tiempo libre y conversar. El sonido se elevó a pesar de haber comenzado siendo un murmullo hasta que el salón se transformó en un mercado.
Se oían gritos y risas. Sakura estaba sentada en su pupitre hojeando algunos libros que traía en su maleta, el barullo empezaba a incomodarla y vio que no era la única. Hinata también estaba recostada sobre la banca escribiendo en un cuadernillo. Como siempre, sonrojada.
Ella se levantó y caminó hacia la chica de cabello azul. Sakura no pretendía ser social, no era su estilo, pero aquel salón tenía una energía extraña y poderosamente contagiosa. Todos aprovechaban los minutos sin vigilancia y ella quería hacerlo también. Estaba a unos metros de su destino cuando de repente, el escándalo desapareció.
Y allí. En el umbral de la puerta, se encontraba un hombre alto, tenía un curioso parecido con Hinata y estaba enojado.
“¡Hyuga-senpai!” se oían murmullos.
-Ustedes ¿En dónde creen que están?-Gritó. Se pudo escuchar que algunos tragaron saliva. El hombre era tan escalofriante que la misma Sakura se quedó estática. La atmósfera estaba demasiado espesa que era difícil respirar. Solo tuvo la suficiente energía como para retroceder y volver a tomar asiento.
-No quiero escuchar un murmullo más ¡¿Quedó claro?!-Manifestó. La gran mayoría se estremeció y asintió temerosamente-No permitiré que se profane esta institución con alumnos tan molestos como ustedes. Así que se callan o aténganse a las consecuencias.
Los chicos se quedaron solos una vez más y Sakura volvió en sí.
-¡¿Quién era ese?!
-¿si viste el temor que causa a todos? Esa es la clase de autoridad a la que debes hacer creer que no matas ni una mosca-Indicó Ino.
Sakura creyó que no estaba siendo tan asocial como debería ser.
-Me tratas como un infante que no sabe dónde está parado-respondió con agresividad
-Está bien, Está bien. Admito que te estoy subestimando. Pero trato de recordarte que debes estar muy atenta a tus movimientos.
-Gracias por tu preocupación pero creo poder hacerlo yo sola.
Ino interpretó mal su petición.
-¡Perfecto! ¿Qué sugieres que hagamos primero?
-¿Eh?
-¿Pintar letras en la fachada del colegio? ¿Robar las pruebas? ¿Hurgar en los casilleros de los maestros?-preguntó entusiasmada.
-Ino, creo que aun es muy pronto para eso-Al escuchar ese obstáculo, la chica se desinfló y la miró con agravio.
-¿Entonces?
-Esperemos unas cuantas semanas. Quiero tantear antes el terreno-dijo Sakura.
-Pues yo ya conozco mucho el terreno y digo que lo hagamos ahora. Yo desgracié a todos el primer día de clases del año pasado y nadie se enteró…bueno si, pero no supieron que fui yo-refutó.
-No me importa que lo hayas probado o no, quiero verlo por mí misma.
-Como sea. Cuando estés lista, avísame.
“¿Qué habrá hecho Ino el año pasado?”
Por fin las horas pasaron y ningún profesor apareció, a excepción del tal Hyuga que luego acudió al salón para avisar a los alumnos que ya podían retirarse a sus casas. Luego Sakura se enteró de que él era el inspector general y por eso era tan estricto. Su nombre completo era Neji Hyuga y resultó ser primo de Hinata; Ninguno de los dos parecía querer que se supiera esto y no hacían nada por darlo a conocer pero era algo difícil de esconder puesto que ambos se parecían demasiado. No había lugar a dudas.
Sakura salió del establecimiento y elevó la mirada al cielo, parecía que iba a llover, los rayos del sol brillaban por su ausencia y hacía frío. Miró su reloj y reparó que faltaban cuatro horas para que Kushina saliera del trabajo. Tendría suficiente tiempo para hacer la tarea en paz antes de que la pelirroja llegara con sus eternos sermones a perturbarla.
Durante el camino a casa pensó en todo lo que había pasado aquel día; Moegi, Tsunade, Shizune, El imbécil de Sasuke, Ino, Naruto, Kiba y el tal Hyuga. Esa secundaria se estaba volviendo curiosamente interesante y, salvo por algunas cosas que no le habían caído bien del todo, estaba intrigada por saber que clase de vida tendría a partir de ese momento, sus nuevas amistades eran muy prometedoras.
-Aunque por otro lado…Extraño la vida en Tokio; allí podía hacer lo que quiera y nadie me decía nada…bueno, hasta que sobrepasé demasiado los límites y me expulsaron para siempre… ¡Bah! ¿Quién necesita eso?
Sakura, acostumbrada a su soledad, había aprendido el arte de hablar consigo misma para mantener un equilibrio entre la locura y la sensatez. Muy a menudo era víctima de los dilemas que ella sola se había puesto y batallaba en peleas internas que no parecían tener fin pero siempre ayudaba a formar su criterio y forma de ver la vida, aunque no fuera muy acertada ni Empática.
Unas heladas y medianas gotas de agua comenzaron a dejarse caer de la inmensidad etérea; El ambiente era tan deprimente que Sakura pensó en Dios, un Dios que lloraba desde lo alto su soledad y compartía su sufrimiento con ella. No era tan creyente pero en aquellos momentos de debilidad no podía evitar pensar en Dios, como un rayo de esperanza que no aparecía nunca en el otoño en el que se había convertido su vida. El sol de su existencia había dejado de brillar hace mucho tiempo atrás.
La lluvia se hizo cada vez más fuerte y ella no portaba paraguas. Tuvo que apretar el paso y llegar pronto a casa para no pescar un resfriado. Sus pisadas eran raudas y por ratos resbalaba sin llegar a caerse, tenía un brazo sobre la frente para que el agua no nublase su vista pero el remedio fue peor que la enfermedad; no tardó en chocarse con alguien y esto la puso furiosa.
-¡Fíjate por donde cami…!-las palabras se desvanecieron en su boca cuando advirtió que la persona con la que había chocado no era nada más y nada menos que el profesor irritante que había conocido aquella fría mañana de otoño.
-¡¿Qué hace usted aquí?!-Estaba permitido gritarle al sensei; no estaban dentro del instituto.
-Usted, es Haruno-respondió de forma apacible mientras se acomodaba la bufanda y volvía a colocar bien su paraguas que se había torcido a causa del impacto con la pelirrosa-Yo…voy a mi casa, como supongo que usted también lo hace.
-Eso no es de su incumbencia-resopló una grosera Sakura mientras daba un paso hacia atrás. El Uchiha pareció alterarse un poco por la insolente respuesta.
-Claro que es de mi incumbencia; me interesan todos y cada uno de mis estudiantes…por impertinentes que estos sean-devolvió con la mirada fija en los oscurecidos orbes de su interlocutora quien no cambiaba su expresión de suprema ira, y aunque Sasuke sintiera que pudiera atacarlo en cualquier momento, decidió continuar con la conversación-Veo que te estás mojando ¿Quieres que te preste mi paraguas o te lleve a tu casa? Tu cabello comienza a adherirse fuertemente a tu cabeza a causa del agua.
Sakura quedó escandalizada con su ofrecimiento y pensó que el no era nadie para preocuparse por ella. Respondió con indignación.
-¿Usted quién se cree que es?
-Un simple profesor que desea ayudar a una grosera alumna que no quiere cooperar.
-Pues nadie le pidió su ayuda. Le sugiero que siga su camino y deje de entrometerse en mi vida-Sasuke suspiró.
-¿Sabes? Si yo fuera un maestro poco profesional, te estaría denunciando ahora mismo con Tsunade-sama por faltarme el respeto; aún sigues portando el Uniforme del colegio y portarse de esa forma fuera del plantel es mucho más profano que hacerlo dentro, porque nos das mala fama. Pero me gusta arreglar solo mis problemas sin tener que recurrir a la autoridad para que ejecute los castigos por mí.
Sakura entendió que podía estar en serios problemas y decidió no hablar, así que Sasuke continuó.
-Solo sigue tu camino, no te quiero retener más para que te mojes. Que esto no se vuelva a repetir.
El chico de aproximadamente 23 años se fue perdiendo entre la lluvia por el camino envuelto en árboles secos y senderos obstruidos por las hojas caídas. Las gotas bajaban violentamente y rompían en su paraguas para salpicar alrededor de sí; Era una escena nostálgica.
“Pero esto no se va a quedar así”
La chica llegó a su morada con perturbación y rápidamente se quitó el uniforme para ponerlo a secar. Lo colgó en el pasamano de la escalera y sacó sus libros de la maleta para que la humedad no los estropeara. El cielo continuaba gris; ella se envolvió en una toalla y preparó chocolate caliente con el fin de evitar el resfriado. Eso se lo había enseñado su madre.
***
La pequeña sakura, luego de barrer las hojas secas de la entrada, reparó que la lluvia la estaba sorprendiendo por segunda vez en menos de tres días. Con el afán de no faltar a su palabra, hizo todo lo posible por culminar su tarea antes de que el clima se volviera más inestable. Pasaron unos minutos de aguacero antes de que Sakurai saliera en socorro.
-Amor, te has mojado toda. Mírate nada más, como estás
-No te preocupes. No me puede pasar nada malo porque tú estás conmigo.
-Precisamente porque me preocupo por ti no te pasa nada malo. Veo que terminaste de barrer las hojas. Ven, entra para que te quitemos esas ropas y evitemos ese resfriado.
La acomedida madre tomó a su hija de la mano y la condujo hasta el interior de la casa. La pequeña Sakura la observó desde abajo y tuvo un mal presentimiento.
Ya dentro, ambas se soltaron y Sakura acompañó a su madre hasta la cocina; Sakurai estaba un poco pálida y caminó torpe hasta la alacena.
-¿Te sientes bien?-Preguntó la niña.
-Sí…
-Te falta color-observó Sakura mientras tomaba asiento en la mesa
-Es por el frío-Contestó la madre al momento de abrir la despensa y sacar una gran barra de chocolate-Tu solo deberías preocuparte por ti, yo estaré bien.
-Pero te ves enferma-recalcó la pequeña pelirrosa
Sakura estaba consternada y comenzaba a ser víctima de malos presentimientos con respecto a su madre. Algo marchaba mal y lo sabía.
-Toma-dijo Sakurai ofreciéndole una taza con chocolate caliente-esto ayudará a abrigar tu cuerpo.
-Gracias, mami…
-No me des las gracias, lo hago con gusto porque eres mi niña querida-expresó con ternura.
Sakura solo bajó la mirada e ingirió el dulce y tibio líquido que descendió hasta calentarle las entrañas. Se sintió sosegada por unos segundos pero luego observó a su madre, quien tomaba chocolate apaciblemente frente a ella.
-¿Mami, te puedo preguntar algo?
-¿Qué sucede, amor?
-¿Alguna vez has sentido…una opresión en el pecho?
-¿A qué te refieres?-indagó Sakurai mirándola con ofuscación.
-Es decir, así me siento, como si algo me dijera que las cosas van a cambiar y que jamás volverán a ser como lo son ahora.
-Tienes triste nostalgia-respondió sin vacilar; Ahora Sakura era la que observaba confundida.
-No te preocupes por eso; a estas alturas de tu vida solo debes pensar en que tienes una madre que te protegerá de todas las cosas malas-dijo acariciando cariñosamente la cabeza de su niña.
“¿Y si no la tuviese?”
***
La lluvia comenzaba a cesar, no obstante, el cielo continuaba irradiando depresión con su grisáceo semblante.
La precipitación había dejado como saldo unas diminutas gotas de agua que resbalaban del techo de las casas, las mismas que volvían a caer en los tejados más bajos, El ruido no dejaba advertir la disipación de la lluvia, sin embargo, los transeúntes guardaban sus paraguas y despojaban de sus impermeables. Los árboles secos acaparaban el paisaje la ciudad parecía estar hecha de bronce.
Todo esto lo podía advertir Sakura desde su ventana; con su mano derecha sostenía una taza con chocolate caliente y con la izquierda desempañaba el opaco cristal. Faltaban dos horas para la llegada de Kushina.
-No he comido nada desde las diez de la mañana-comentó la chica para sí al percatarse que su estómago gruñía por hambre; aquel chocolate había sido tomado como aperitivo por si órgano digestivo y fue inevitable que deseara comer algo más.
Se dirigió una vez más a la cocina, tratando de atisbar alimento, pero la búsqueda fue vana así que optó por tomar sus libros y hacer la tarea en santa paz antes que la “insoportable” pelirroja hiciera acto de presencia.
Pudo hacer con facilidad las tareas de la mayoría de las materias, a excepción de literatura, le provocaba un mal sabor de boca esa asignatura y mucho más luego de los incidentes que se suscitaron en lo que respecta al instituto.
Se sintió aburrida de la situación y al final resolvió no cumplir con literatura. Si ese profesor quería guerra, guerra iba a tener ¡Al diablo con el fallido intento de comportarse bien!
Además, él dijo que no la delataría, pues se creía “muy profesional” y le gustaba resolver sus problemas a solas. Las cosas empezaban a tornarse interesantes. A ver qué hacía ese profesor de quinta.
Dejó caer el libro de literatura y, por si fuera poco, lo pateó por debajo de la cama.
-No te necesito.
Pasó un rato y Kushina llegó. Minutos antes sakura cerró con seguro la puerta de su habitación para no tener que lidiar con ella. La puerta de entrada rechinó al abrirse.
-¿Sakura estás ahí?-Preguntó al no encontrarla en la sala. Pero la aludida no contestó.
Kushina tocó la puerta de la alcoba sin obtener respuesta alguna.
-De seguro se quedó dormida. Que niña…
Sakura no estaba dormida; se hallaba sentada sobre su cama sin hacer ruido. Esperaría que kushina se alejase lo suficiente de la puerta y escaparía cautelosamente por la ventana.
A Sakura no le gustaban las cosas nuevas, les tenía expresa aversión y aquel día estaba lleno de experiencias completamente diferentes a cualquiera que haya vivido antes. Se encontraba perturbada y no estaba de humor para soportar pasar lo que quedaba de la tarde bajo el mismo techo que kushina.
Con extremo cuidado se incorporó y ladeó la ventana corrediza de vidrio oscuro, montó un pie sobre el alféizar y cobró fuerzas para sacar de la casa lo que aun quedaba de ella en su interior. Tenía suerte que hubiera un techo bajo su ventana. Luego caminó lentamente por el tejado para cerrar la escapatoria con un monumental salto hacia la acera.
Ahora vestía botas baratas y calentadores; una blusa bajo la gruesa chamarra y una roja bufanda. Metió las manos en sus bolsillos y exhalando cálido vapor deambuló por las frías calles de Yokohama.
mmm… espero que les haya gustado el capítulo. Como ya se habrán dado cuenta, Se acaba de suscitar el primer encuentro “medio sasusaku” del fic jeje
Sakura odia a Sasuke más cada minuto (._.)
En fin…en el próximo capítulo veremos un poco de la vida cotidiana de Sasuke y escrutaremos en su vida personal jeojoj naa, es broma jeje. Aunque si sabremos por qué se hizo profesor de literatura…pero lo narraré de forma superficial…tal vez en un futuro lo profundice, por ahora no interesa -.-
¿Cómo vive la familia Uhiha?
La próxima semana lo sabremos :D
BYE =)
tela-chan- Nuevo
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Re: Cuando el sol dejó de brillar...(sasusaku cap4)
Pues yo no puedo esperar
a la próxima semana enserio
tela-chan es uno de los mejores
fics que e leido en mi vida y mira que
e leido muchos
pues Naruto me sorprendió muchísimo con su
forma de hablar, en serio me quede ,
espero que Saku no haya pillado ningun resfriado si no, no
podra ver a Sasuke, aunque a ella seguramente le gusté no verlo XD
y te lo vuelvo a decir, estoy segura que no puedo esperar hasta la próxima semana
pero si tengo que esperar para que la conti sea la mejor del mundo podre esperar 2 años
espero la conti con ansias
a la próxima semana enserio
tela-chan es uno de los mejores
fics que e leido en mi vida y mira que
e leido muchos
pues Naruto me sorprendió muchísimo con su
forma de hablar, en serio me quede ,
espero que Saku no haya pillado ningun resfriado si no, no
podra ver a Sasuke, aunque a ella seguramente le gusté no verlo XD
y te lo vuelvo a decir, estoy segura que no puedo esperar hasta la próxima semana
pero si tengo que esperar para que la conti sea la mejor del mundo podre esperar 2 años
espero la conti con ansias
haru_san- Administradora
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