“tock tock” golpeaban la puerta.
–Mmm…ya…voy…- contestó Jun medio dormido.
La puerta se abre de golpe
-¡Manjoume-sanda despierta!, ¡despierta!- gritaba Judai mientras tiraba a la cama la ropa de Jun.
– ¡Que ocurre! ¡Que pasa!- Grito Jun algo asustado.
–Ma…Marufuji-san… ¡HA MUERTO!- a Judai le salieron pequeñas lagrimas.
– ¿¡¡¡Que!!!!?- Jun queda perplejo ante la noticia.
-Apúrate, debes venir con migo-
Jun se coloca su chaqueta, había dormido con su ropa, aún está desconcertado anta la noticia. Cuando se termina de arreglar va con Judai hasta la escena; allí estaba la policía, alumnos, profesores y amigos. Pero eso no le importo a Jun, porque su mirada estaba clavada en una sola cosa, el cadáver de Ryo.
-Sr. Manjoume debo hacerle unas preguntas- dijo un policía
-p-pero, yo no he hecho nada- -tranquilo Manjoume, es para ver tú cuartada. Así no sospecharán de ti- Judai le da unas palmaditas en la espalda.
-ah…bueno- Jun responde finalmente al policía -muy bien, ¿en donde se encontraba usted a las 03:00am? -a esa hora no creo estar haciendo otra cosa que no sea dormir- -*pensativo* bien, ¿Cómo era su relación con Marufuji? -mi….relación con Marufuji-san?
–Si- -pues, él nunca me agrado…y nunca me llevé bien con él; pero… ¡YO NO LO MATE! ¡NO SOY CAPAZ! -está bien, cálmese… ¿usted vio a Marufuji el día entes de su muerte?
-sí, estuvimos todos juntos… -
-sí, eso ya lo sé… bien eso es todo- Él policía se retira.
Jun observa a su alrededor, ve a Asuka llorando en brazos de su hermano, se dirige hacia ella.
-Tenjoin-kun…no llores, verte así me deprime- -¡¡PERO JUN!! ¿¡¡NO ESTÁS TRISTE!!? - *se larga a llorar en brazos de su hermano Fubuki* -Manjoume-sanda, por favor vete- dice Fubuki mientras rodea con sus brazos a su hermana.
Jun camina en dirección al faro; los policías se estaban llevando el cuerpo de Ryo cubierto por un plástico negro, otros fotografiaban la escena y los restantes comenzaban a despachar a los alumnos hacia sus respectivos dormitorios. “tengo hambre” se dijo a sí mismo y comenzó a caminar hacia su dormitorio con la mirada en el suelo.

-…interesante…- -¿¡QUIEN ES!?- Jun se voltea para ver. Detrás de un árbol aparece Edo Phoenix mirando fijamente los negros ojos del muchacho.
-muy interesante Jun- una sonrisa maliciosa se dibuja en su rostro.

Jun se molesta y corre hacia su dormitorio. Allí se sienta en su cama, da un suspiro y comienza a pensar…pensar en quien asesino a su “amigo”, porque razón y como.
La cabeza de Jun estaba llenas de preguntas y ninguna tenia respuesta…no aún.

Como no había desayunado Jun salió al comedor Slifer; todos allí estaban callados, había un silencio muerto, ni una mosca volaba por los aires. Tomó asiento en un puesto vacío y allí comió lo que le sirvieron. Extrañamente su apetito se había disminuido; dio unos pocos sorbos a su sopa y nada más. En su cabeza ocurría algo, pero no sabía qué.

Con la mirada en el suelo se retiró del comedor y caminó; caminó en dirección recta, sus ojos no veían, estaba tan distraído en sus pensamientos que no se sabía si iba o venía. “¿Cómo alguien podría asesinar a Marufuji-san si estamos en una Isla?” una chispa le ilumina la mente, “entonces…eso quiere decir que… el asesino sigue en la Isla” Queda perplejo ante su racionamiento ¿podría eso estar correcto? Se sienta en el césped y reflexiona su idea, en su mente hace el escenario de la Isla y los posibles lugares que sirven de escondite para un criminal.

“las clases se han suspendido por el resto del día…cada alumno deberá irse a su dormitorio cuando el sol empiece a caer…” el aviso era dado por el Director.
-…Manjoume…- se escucha en la lejanía (pocos segundos después)
-Manjoume-sanda- Judai se acerca al lado de su amigo. -¿Qué es lo que quieres?- responde Jun mientras se recostaba en el césped con los ojos cerrados. – ¡Edo te está buscando!- -¿¡Edo!? -sí, ven yo sé donde está…siguemeeee…- grita en la lejanía

Jun corre detrás de él, varios minutos después ve a Edo apoyado en un árbol.
-por fin apareces Manjoume-
-…Phoenix…- -necesito hablar contigo, en privado-
-¿en…privado?- -correcto, sígueme a mi habitación- se da la vuelta y camina. –Suerte- susurra Judai.

Jun camina detrás de Edo, el muchacho de los ojos azules caminaba con un paso decidido y de vez en cuando apretaba los puños.
Cuando llegaron a la habitación de Edo, éste tomo asiento en un sofá negro e invito a Jun a que lo acompañara, éste obedeciendo tomó asiento a su lado. Pasó casi una hora en que Jun y Edo hablaban. Judai esperaba afuera recostado en el césped. Pasada la hora Jun salió caminando con una mirada fría e insensible.
–Ah... ¿Manjoume?, ¿te encuentras bien?- dijo Judai levantándose de un salto.
–yo…sí- -¿seguro? no te ves muy bien-
-no no,…si estoy bien. Em.…voy a mi dormitorio- -te…- -¡NO!-

Jun camina hacia su dormitorio, su mirada fija en el suelo no reflejaba emoción alguna. Ya estando en su habitación vuelve la mirada seria y egocéntrica que caracterizaba a Jun. “¿c-como puede ser? ¿Cómo se enteró?”. Estas palabras eran las que lo perturbaban, su cabeza ya no podía más. Cansado por todo lo ocurrido se recuesta en la cama y se duerme profundamente.

(En la noche)
- …NOOO!!- lo golpea en la cara.
Jun reacciona repentinamente, en su mano sostiene un fierro, al frente suyo estaba Judai apoyado en la pared y con un hilo de sangre brotando de su frente.
– ¿Qué-que ocurrió?- Pregunta anonadado.
Con voz temblorosa Judai responde
–Manjoume… t-tú… ¿Porque?- Su voz se oye débil.
–Y-yo… ¿Qué he hecho?- Comienza a desesperarse -Manjoume…tu me querías…- -CALLATE!-
Recuerdos invaden la cabeza de Jun, él con su cinturón había ahorcado a Ryo en el faro, con un cuchillo apuñaló a Edo hasta matarlo…y ahora trataba de asesinar a Judai con un fierro.
–Judai…yo los maté-
El castaño queda sorprendido, ¿Quién se imaginaria a Jun como un asesino?
-P-pero… ¿Por qué lo hiciste?-
-Yo… ¡YO ESTABA FURIOSO!, Ryo sabía que me gusta Asuka ¡por eso le propuso noviazgo! …yo…estaba celoso-
Unas lagrimas caen por sus acaloradas mejillas
-¿y…que hay con Phoenix?-
-Ese entrometido se lo merecía, él me vio asesinar a Marufuji y ¡me amenazó con decirle a la policía si no hacía lo que él quería!- Su voz se eleva en tono
-¿Es por eso que él quería hablar contigo?-
-Sí, y no tuve más remedio que silenciarlo…para siempre-

Judai traga saliva, ahora viene la pregunta fatal… -¿y porque…yo?-

Jun abre los ojos, su puño aprieta el fierro que sostiene, se da vuelta bruscamente y se prepara para brindarle un golpe en la cabeza; Judai queda paralizado, no se mueve…es un blanco asegurado…
-¡ALTO!-
Jun se detiene en seco y observa la puerta. El policía le apuntaba con un arma, habían más detrás de él. Judai aún paralizado no decía ni una palabra, ni se movía.
–lo atrapamos. ¡Usted está arrestado!- El policía esposa a Manjoume y le quita el fierro de sus manos.
-Judai…- Asuka aparece detrás de los hombres
-…Tenjoin-kun…- Jun se entristece y baja la cabeza
-¿Judai estas bien?...oh…tranquilo- Asuka lo abraza
-Si, estoy bien, solo tengo un golpe en la cabeza, nada más- “Lo que realmente me preocupa es lo que le harán a Manjoume”.

Jun no sabe qué hacer, su cabeza está en blanco, sus pensamientos nublados, ¿Qué lo había obligado a actuar de esa manera? ¿Era él la misma persona? ¿Qué ocurriría con él ahora? ¿Cómo quedaría su reputación? ¿Qué pasaría con su familia?... ¡su familia! Una chispa ilumina su cabeza…
-¡Por favor, no dejen que mis hermanos lo sepan! Se los suplico…si ellos se llegan a enterar…-
-Manjoume…no te preocupes, te ayudaremos. Aún somos amigos- En la cara de Judai se dibuja la típica sonrisa infantil e inocente.
–Lo siento; como es mayor de 15 usted tiene derecho a un juicio para menores…- interrumpe el policía.
-¡QUE!- Jun queda perplejo, ¿Quién se lo imaginaría en la cárcel?
Judai interviene –Señor, por favor. Manjoume no quería asesinar a nadie; él es un buen chico, no deje que se arruine en la cárcel-
-Lo siento, ahora todo queda en manos del juez- El policía se comienza a retirar llevando consigo a Jun esposado.

“¿Qué debo hacer ahora?, me llevaran detenido, todos lo sabrán, ¿y si yo…y si yo me…? No, no podría, aunque es la única solución, pero… ¿Cómo lo hago? Estoy esposado y este mastodonte es muy fuerte…piensa… ¡PIENSA!”
-¡AAAHHHH!- grita enérgicamente.

Jun se agacha, sale corriendo de la habitación de Judai, baja la escalera, corre por el césped. Atrás se oyen a los policías gritando y corriendo tras él; comienzan a disparar. Balas vuelan por los aires, Jun se mueve de lado a lado intentando esquivarlas pero no lo logra, una de las balas penetra en su espalda y otras más hieren sus piernas. Está perdido.

“Los policías se acercan… ¿Qué debo hacer?” Se pregunta a si mismo. “ya no queda nada más, esto terminó, este…es mi fin”.

Los policías llegan y lo último que pueden ver es a un triste, acabado y destrozado Jun tirándose por el acantilado. Todos, todos se paralizan al ver tan escena…uno de los policías dice –Solo era…un niño-.
A lo que otro responde –Sí, aún le quedaba mucho-.
-Será mejor mantenerlo en secreto- Responde finalmente el jefe.

Uno de los agentes divisa algo en el suelo, se acerca caminando. Allí, escrito en el suelo se encontraba “Asuka…Te Amo” escrito con sangre; sangre de su propio corazón.

“…Nadie sabe por qué lo hiso, nadie sabe si era el mismo o no. Esto puede ser producto de los celos o…de una mente enferma”. Los policías se retiran del lugar dejando en el suelo las últimas y más sinceras palabras salidas de aquel chico, cuyo corazón fue ennegrecido…por el AMOR.
BY: Kasumi